domingo, 31 de mayo de 2015

El sable de San Martín y la Conciencia Nacional

Por Juan Godoy*

"En sus afanes por la independencia, San Martín afirmaba que lo único importante es existir como Nación y luego ver cómo existir, porque empezar a existir señala ya el camino de una conducta de la existencia. San Martín, a quién solamente preocupaba nuestra existencia misma, adoptó una manera de empezar a existir-la manera de vivir su propia vida- y nos infundió con ello, para toda la historia una manera de ser Pueblo soberano en el concierto de la humanidad: la manera de la dignidad, de la justicia, del desinterés, de la soberanía sin egoísmos, de la generosidad". (Juan Domingo Perón. Cit. Urriza, M. (2007). San Martín y Bolívar vistos por Perón. Bs. As.: Coihue, pp. 35)

             El traslado del sable corvo del Libertador José de San Martín desde el Regimiento de Granaderos a Caballo al Museo Histórico Nacional resulta un hecho significativo que nos impone algunas reflexiones en torno a los avatares de la historia Argentina y a la conformación de una conciencia nacional.

            El sable acompañó Libertador durante todos los años de la lucha por la emancipación de la Patria Grande, resulta relevante resaltar que sirvió a ese proyecto, el de la liberación y unidad de Nuestra América, por eso cruzó la Cordillera (no con bandera Argentina como se ha dicho muchas veces, sino del Ejército de los Andes), junto con jefes chilenos, continuó camino hacia el Perú bajo bandera chilena, también con jefes trasandinos, peruanos, etc., y luego en su gobierno como Protector del Perú se observa nuevamente esta posición latinoamericana pues es integrado por personajes de lo que serán las “patrias chicas” de nuestra Gran Nación.

             Asimismo aparece San Martín negándose a que su sable sirviera para derramar sangre entre hermanos, dice el Libertador en carta a Estanislao López cuando la burguesía comercial porteña le pide que “baje” a reprimir a la montonera de Artigas: “cada gota de sangre americana que se vierte por nuestras disensiones, me llena de amargura. Paisano mío: hagamos un esfuerzo, transemos nuestras diferencias y dediquémonos solamente a destruir a los maturrangos que quieren volver a esclavizarnos” (Carta de San Martín a Estanislao López, 8-7-1819. Cit. Galasso, 2000: 302). El Ejército de San Martín es para la liberación, no para la represión en el orden interno. El sable tuvo la opresión por causa, y la Patria Grande como proyecto (compartido por Bolívar, quien termina la campaña en 1824[1]). Es un ejército para enfrentar la opresión extranjera.

            En este sentido también se enmarca que el Libertador legue su sable al Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, en tanto  la defensa de los intereses nacionales en la Vuelta de Obligado (1845), contra la invasión anglo-francesa. Le escribe a Guido con motivo de la agresión: “he recibido noticias bien desagradables de nuestra patria. Es inconcebible que las dos más grandes naciones del universo se hayan unido para cometer la mayor y más injusta agresión que pueda cometerse contra un estado independiente” (Carta de San Martín a Guido. 20-10-1845. Cit. Galasso, 2000: 548). Como se sabe, en su testamento dejará expresado que “el sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido, al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataron de humillarla”. (Testamento San Martín. Cit. Galasso, Op. Cit.: 545).

            Interesante línea de continuidad marcará Rosas cuando legue su sable al Mariscal Solano López por la defensa del Paraguay contra la Triple Infamia (a la que se debe sumar un cuarto actor: Gran Bretaña). Expresó Rosas “Su excelencia el generalísimo, Capitán General don José de San Martín, me honró con la siguiente manda: La espada que me acompañó en toda la guerra de la Independencia será entregada al general Rosas por la firmeza y sabiduría con que ha sostenido los derechos de la Patria. Y yo, Juan Manuel de Rosas, a su ejemplo, dispongo que mi albacea entregue a su Excelencia el señor Gran Mariscal, presidente de la República paraguaya y generalísimo de sus ejércitos, la espada diplomática y militar que me acompañó durante me fue posible defender esos derechos, por la firmeza y sabiduría con que ha sostenido y sigue sosteniendo los derechos de su Patria". (Cit. en Rosa, 1964: 302)

            De este hecho se desprende una línea de continuidad, un “puente” entre el pensamiento del Mariscal Solano López, Juan Manuel de Rosas y San Martín, al menos, en torno a dos cuestiones: la defensa de la soberanía nacional y el proyecto industrial. En el caso de Rosas aparece la Ley de Aduanas de 1835 que protege la manufactura local, acerca de la misma José María Rosa afirma que restablece la manufactura criolla perseguida desde 1809, y la producción agrícola, casi extinta, haciendo renacer la riqueza del Virreinato (Rosa, 1967).[2]  En el caso de Solano López lleva a Paraguay a ser la nación más desarrollada de Sudamérica en base a un proyecto de desarrollo industrial endógeno[3].

Por último, en referencia a San Martín destacamos (en menor escala), la conformación en Cuyo del Ejército Libertador, para el cual San Martín hace un gobierno fuerte que interviene en la economía (con esta acción reemplaza la falta de una burguesía nacional), y a pesar de la oposición de la burguesía comercial porteña realiza una planificación económica de recursos, y moviliza a sus habitantes. Así, entre otras cosas, crea un impuesto de base directo sobre la tierra, otro a la compra-venta de propiedades, hace empréstitos forzosos sobre españoles y criollos opuestos a la causa revolucionaria, también confiscaciones, obliga asimismo a estancieros a entregar caballos, y otros animales, hace una fábrica de pólvora y piezas de artillería, se confeccionan los uniformes,  las mujeres del pueblo de Cuyo entregan telas para camisas y bolsos, cosen los uniformes del ejército, etc. Los arrieros hacen traslados gratuitos, los artesanos también colaboran sin pedir nada a cambio. Impulsa fuertemente la minería. Funda la fábrica militar, donde se hacen armas (cañones, balas, granadas, etc.), herrajes, y hasta calzado. Hace medidas proteccionistas en relación a los productos extranjeros. Interviene en conflictos entre patrones y trabajadores, a favor del aumento del salario para los últimos. Abre una escuela con el método lancasteriano, una biblioteca, unos jóvenes fundan un periódico. Le pide a las demás provincias ayuda: Tucumán envía monturas; San Luis, ponchos, frazadas; Córdoba, pólvora, espadas, sables, lanzas; San Juan y La Rioja, plomo. Libera esclavos, primero de los españoles opositores, luego a todos los de Cuyo. Incluso quiere liberar esclavos en todo el país, pero tiene mucha oposición. Galasso considera que (como en el caso de Paraguay), es la aplicación práctica del Plan de Operaciones de Mariano Moreno (Galasso, 2000)[4]. Es el pueblo movilizado por la emancipación.

           
 En este sentido llamamos la atención acerca de la significación del sable, que nos lleva a romper con el anti-militarismo abstracto, como prenda de unión entre las Fuerzas Armadas y el Pueblo, expresada en diferentes momentos de nuestra historia, como la que destaca Jorge Abelardo Ramos que sostiene “la tradición nacionalista, democrática, popular, y revolucionaria del Ejército de San Martín se había perdido durante el predominio oligárquico y el nacionalismo aristocrático no podía restablecerla. Había que encontrarla de alguna manera. Esta histórica necesidad debía ser llenada por la iniciativa de la clase trabajadora y por la lucidez del político más audaz del Ejército. Resulta obvio señalar que nos referimos al coronel Perón y al 17 de Octubre” (Ramos, 1959: 17).

            El sable, luego de ser heredado por la hija de Juan Manuel de Rosas, es donado al Museo Histórico Nacional a fines del siglo XIX, sitio de donde fue el 12 de agosto de 1963 (en los años de la Resistencia Peronista), apropiado por un grupo embrionario de la Juventud Peronista, entre los que estaban “Cacho” Envar El Kadri, Jorge Rulli y Héctor Spina (el operativo lo hacen Osvaldo Agosto y Manuel Gallardo), finalmente Agosto y Gallardo son apresados y el sable devuelto al museo.[5] (Koening, 2013) El impreso arrojado al salir y luego enviado a las redacciones decía “Comunicado Nº 1”, estaba firmado por la Juventud Peronista, y afirmaba: “La juventud argentina se ve forzada a realizar un acto heroico (…) aquella espada, la purísima espada del Padre de la Patria, aquel sable repujado por la gloria, aquella síntesis viril y generosa por la Patria, por milagro de la fe, volverá a ser el santo y seña de la liberación nacional. Desde hoy aquella espada que un día el Libertador, en plena lucidez legara al brigadier general Juan Manuel de Rosas, por la satisfacción con que viera la defensa de su patria frente a las agresiones del imperialismo, dejó su reposo en el Museo Histórico Nacional para brillar de nuevo en magno combate por la reconquista de la argentinidad. Desde hoy el sable de San Lorenzo y Maipú, quedará custodiado por la juventud argentina, representada por la Juventud Peronista”. (Baschetti, 2012: 252-253)
  
            Se pedía asimismo anular los contratos petroleros, y los convenios con trusts eléctricos, la libertad de todos los presos políticos, gremiales y del CONINTES, el levantamiento de la proscripción y la realización de elecciones libres, etc. Estas reivindicaciones aparecen nuevamente cuando dos años más tarde (el 19 de agosto de 1965), el sable vuelve a ser apropiado por la Juventud Peronista, esta vez lo esconden en un colchón y luego en una guardería de muebles usados hasta que el 4 de junio de 1966 es devuelto nuevamente, y llevado por el Gobierno de Onganía al Regimiento de Granaderos (Entrevista a Piovera, 3-4-2013)

            Este último domingo soleado, el recorrido del sable por las calles de la Ciudad de Buenos Aires (que hace recordar al de Bolívar que también cabalga por América Latina), fue acompañado por una multitud. Acto cargado de emotividad, bastaba ver a los niños y niñas vistiendo el traje, gorro y sable de San Martín (lejos de los héroes de historietas, películas y series que nos impone la colonización pedagógica). Ahora los niños y niñas de nuestro país pueden jugar a ser libertadores de la Patria Grande y soñar con serlo. Bastaba ver asimismo los ojos rojizos al ver pasar el sable y cuando el recibimiento del mismo a manos de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner de algunos que ya peinaban algunas canas, los cánticos patrióticos de las juventudes, la emoción de los granaderos a caballo ante los gritos del pueblo de “¡Viva la Patria!”, “¡Patria Sí, Colonia no!”, o el clásico (y siempre actual) “¡el que no salta es un inglés!”.

            Hernández Arregui opone en toda su obra dos identidades: la identidad nacional, como identidad del pueblo argentino y latinoamericano, contra la identidad de las clases dominantes, la oligarquía, ligada a las potencias imperiales. Hay una puja constante entre estos dos, pues las clases dominantes tiene una posición privilegiada, en tanto posee los medios para esparcir por todo el tejido social su visión de nuestro pasado nacional, de nuestras luchas, del lugar de nuestro país en el mundo, etc.  El imperialismo cumple aquí el papel de disolvente de las culturas autóctonas. El mismo pensador desarrolla la noción de conciencia nacional (Hernández Arregui, 2004), que es la lucha del pueblo argentino por su liberación,  aquí lo nacional entendido como popular. El domingo evidentemente se avanzó en la conformación de una conciencia nacional-latinoamericana.


*  Sociólogo, UBA
  

Bibliografía
 Baschetti, Roberto. (2012). Documentos de la Resistencia Peronista. 1955-1970. Volumen 1. Buenos Aires: Campana de Palo.
 Entrevista a Rodolfo Piovera. "No puedo ocultar mi admiración por aquellos muchachos de la JP”. Tiempo Argentino. 3-4-2013.
 Galasso, Norberto. (2000). Seamos libres y lo demás no importa nada. Vida de San Martín. Buenos Aires: Colihue.
 Hernández Arregui, Juan José. (2004). La formación de la conciencia nacional. Buenos Aires: Peña Lillo-Continente.
 Koening, Marcelo. (2013). Vencedores vencidos: peronismo y anti-peronismo. Buenos Aires: Punto de Encuentro.
 Pomer, León. (2011). La Guerra del Paraguay. Buenos Aires: Colihue.
 Ramos, Jorge Abelardo. (1959). Historia Política del Ejército Argentino. Buenos Aires: Peña Lillo.
 Rosa José María. (1967). Defensa y pérdida de nuestra soberanía. Buenos Aires: Huemul.
 Rosa, José María. (1964). La Guerra del Paraguay y las montoneras argentinas. Buenos Aires: Peña Lillo.
 Urriza, Manuel (2007). San Martín y Bolívar vistos por Perón. Buenos Aires: Coihue.

[1] La última batalla que libera a Nuestra América del yugo español es la batalla de Ayacucho liderada por el Mariscal Sucre.

[2] Destaca el autor, en la época virreinal, los tejidos de Cochabamba, centro fabril del Alto Perú, los algodonales en Tucumán que daban materia prima elaborada en el altiplano para los mineros de Potosí y de la población del norte, los astilleros de Paraguay y Corrientes que fabricaban hasta navíos de ultramar, la producción de carretas en Tucumán y Mendoza, la cría de mulas en Santa Fe y Entre Ríos, los talleres de arreos y Talabarterías en Corrientes, el aceite de oliva en Salta, La Rioja y Catamarca, etc. Con la ley se fomenta la actividad industrial con la protección de la herrería, platería, talabartería, se prohíbe exportar oro y plata, Córdoba y Tucumán hacen zapatos y tejidos, Tucumán también producía cueros, tintes, tabaco, y una incipiente producción de caña de azúcar, en Salta se hacían cigarrillos, objetos de alfarería, vinos como también en Mendoza, en Santa Fe se confeccionan tejedurías, en Corrientes se explota la construcción en madera, en Entre Ríos cueros curtidos, etc. (Rosa, 1967)

[3] En el Paraguay del Mariscal Solano López, el estado tenía el monopolio sobre las maderas de construcción, la yerba mate, existían los Campos de la patria y Monte, repartos de tierras a los indios, el desarrollo de una próspera industria metalúrgica, la primera línea telegráfica, una marina mercante con 11 barcos, industrias de fundición, el primer ferrocarril de América del Sur, fábricas de armamentos, hornos de fundición, ausencia de empréstitos extranjeros, etc. Véase Pomer, León. (2011). La Guerra del Paraguay. Buenos Aires: Colihue.

[4] Destaca Galasso que lo pueden haber influido Thomas Guido, Manuel moreno, o Rodríguez Peña, todos morenistas con relación con San Martín.



[5] La devolución del mismo fue realizada por medio de un ex Capitán, Philipeauz, ligado al General Valle que en 1956 había sublevado las unidades militares en La Pampa, y se salvó de los fusilamientos. (Koening, 2013)

sábado, 30 de mayo de 2015

El anonimato del capital



MANUEL ARES, mayo 2015

“El mayor pecado del capital es su anonimato”, palabras más o menos, esta expresión fue vertida por el doctor Oscar Alende  en los setenta. Cuando lideraba su Partido Intransigente cuya plataforma política se basaba fundamentalmente en la obra: La Organización del Crédito y la Hacienda Pública de Mariano Fragueiro, primer -y creo que único- ministro de economía socialista que tuvo nuestro país, durante la presidencia  de Urquiza. Obra cuya lectura recomiendo en tanto contiene temas de increíble actualidad. Cuando, en su campaña electoral decía tal cosa Alende, ya había sucedido la llamada Escuela de Chicago y se estaban planificando los golpes de estado que en cadena se sucedieron en Latinoamérica e, incluso, nuestros militares habían sido ya adiestrados bajo la Doctrina de la seguridad interior (década del sesenta), quedando listos para las futuras y terribles represiones que se practicaron en las dictaduras surgidas en el subcontinente. Pero el tema es otro.  En los tiempos en que Adam Smith presentó en sociedad su obra La Riqueza de las naciones y que versa básicamente sobre la inversión productiva, no especulativa; los dueños del capital eran identificables, si no las personas en sí al menos su origen nacional. Smith, ya se sabe, sentó las bases del liberalismo económico clásico, pero sus epígonos pretéritos y actuales olvidan dos cuestiones fundamentales de su pensamiento, a saber: que escribió, consciente de los peligros que su formulación económica implicaba, otra obra fundamental titulada La Teoría de los Sentimientos morales que, según algunos especialistas, es cumbre en la historia intelectual del mundo; y además, criticó las vidas miserables que sufrían muchos de sus compatriotas y advirtió que “ninguna sociedad puede ser próspera ni feliz si la mayor parte de sus miembros son pobres y miserables”[i]. Idea que reiteró nuestro José Hernández siendo senador y refiriéndose  al estado paupérrimo del pueblo criollo. Esta visión ética del capital desaparece  lenta pero inexorablemente a lo largo del tiempo y, definitivamente, con el advenimiento de la Escuela de Chicago que da nacimiento a lo que llamamos Monetarismo. Aquella frase del doctor Alende podemos calificarla como profética en virtud de las condiciones que actualmente despliegan las finanzas internacionales. La inversión productiva diseñada por Smith se ha transformado  en una voracidad usuraria –criticada ya por Aristóteles- que lucra sin inversión de riesgo. Y además implica la intangibilidad del capital en tanto no se conocen origen ni destino del dinero, montado todo sobre la estructura que ofrecen paraísos fiscales (estados que han descubierto que mejor negocio guardar lo robado por otros que trabajar) y bancos internacionales promiscuos (como el HSBC) que se prestan a la estafa de países
 y aun de continentes. Incluyendo en ello a las propias potencias occidentales. A este impune extremo de explotación del hombre por el hombre, a este crimen caínico –si se me permite el neologismo derivado de Caín, aquel que mató a su hermano- es a lo que hoy denominamos Neoliberalismo.




[i] Smith, Adam, Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones.

martes, 26 de mayo de 2015

Desglobalización y estrategia internacional de Argentina

Por Mario Rapoport *

Pagina 12 26-05-15
Desde el punto de vista geopolítico, el mundo al que asistimos hoy se caracteriza por una dualidad en la economía y en la política mundiales. En la economía, aún en crisis, persiste un sistema multipolar, con el agregado ahora, además, de los Estados Unidos, Europa y Japón, todos ellos en dificultades, de China, Rusia y otros países emergentes, mientras que en lo político y en lo estratégico los Estados Unidos siguen constituyendo la única superpotencia global. Sin embargo, tras su fracaso en Irak y la profunda crisis económica actual, Washington no ha podido volver a detentar el grado de predominio que poseía en el pasado ni resolver las causas y consecuencias de esa crisis. Para muchos economistas que tienen conciencia de este hecho, su responsable principal es la circulación internacional de capitales y de empresas por lo que es necesario poner piedras en la rueda de esa internacionalización.
Ya lo habían intentado en Bretton Woods, Keynes y White los autores de los dos planes monetarios internacionales (sabemos que triunfó el de White y con el predominio del dólar) pues a pesar de sus diferencias ambos estaban por el control de capitales, y señalaban ya entonces que la ausencia de ese control era muy peligrosa y podía causar otra crisis mundial, como la de 1930. De hecho, la globalización especialmente financiera, es la principal responsable y por eso autores como Rodrick predican una economía mundial que deje paso para que las democracias determinen su propio futuro. Esto ya lo decía hace algunas décadas Samir Amir cuando consideraba una necesidad imperiosa para la supervivencia de los países en desarrollo un cierto grado de desconexión del mundo occidental, lo que hoy está comenzando a ser un hecho.
Este fenómeno de desglobalización tiene dos factores: uno estructural, en base a los mismos procesos cíclicos que antes pujaban en un sentido y ahora en el inverso, y otra debido a las políticas públicas de muchos países que se han decidido a resguardar sus fronteras como reclamaba en otra época en Alemania Friedrich List, a través del proteccionismo y la intervención estatal. La lucha contra el fraude fiscal y el lavado de dinero; la implantación de controles de cambio y de las importaciones y de la misma entrada y salida de capitales, son signos de nuestra época que ya se utilizaron en los años ’30. Si bien el mundo ha experimentado desde fines del siglo XX, gracias a la difusión de la informática y las comunicaciones, un predominio más pleno del mercado financiero y de las multinacionales, hoy se comienzan a plantear dudas sobre la existencia de un gran hipermercado mundial, tremendamente desigual, donde algunos no compran casi nada o sólo los pocos artículos que pueden, y otros lo que se le da la gana, apareciendo fuerzas desglobalizadoras que comienzan a ir en un sentido inverso.
La lectura que hacen economistas ortodoxos en la Argentina es totalmente falsa, la fantasía de los años ’90 se ha terminado, y su propuesta de apertura completa de la economía y de defensa del libre comercio se estrella contra esa realidad. Vivimos en un mundo diferente, según señala el mismo FMI en muchos de sus trabajos: “Las finanzas trabajan esencialmente para las finanzas”, la mayor parte de los movimientos de capitales tiene que ver con intercambios financieros, no contribuyen a la inversión productiva ni al desa- rrollo del comercio. Pero esos intercambios entre bancos están declinando. Kristin Forbes, la experta estadounidense de la Banca de Inglaterra, el primer centro financiero mundial, dice que “es quizás el tiempo de cambiar nuestra atención de las implicaciones de un nivel creciente de desglobalización financiera a una seria discusión sobre los efectos de una desglobalización bancaria”. Y plantea que en medio de una crisis debe hacerse más por acentuar los procesos regulatorios; “los requisitos más estrictos de capital –añade– pueden retrasar la recuperación pero son fundamentales para una estabilidad a largo plazo”.
Pareciera que se está entrando en una nueva era del capitalismo contemporáneo, donde las falsas inversiones, las falsas tran- sacciones económicas y los paraísos fiscales, que permiten esas maniobras, están comenzando a declinar y a reducir el peso de la globalización.
La caída del comercio y los mercados mundiales son un signo de ello y no tienen que ver sólo con el proteccionismo sino también con el menor interés de las empresas multinacionales en invertir en otros países que consideran inseguros, por el creciente ataque a los paraísos fiscales en distintos lugares del mundo, por la existencia de potencias intermedias como los Brics y por la creación de una deuda mundial formidable e imposible de resolver. También por la existencia de países pobres y en desarrollo que desconfían cada vez más de los mercados financieros y buscan diversificar su comercio y sus corrientes de inversión.
La Argentina va por ese camino; una inserción que tenga en cuenta el nuevo contexto internacional. No va en contra de esas tendencias profundas, sino que trata de interpretarlas a su favor, procurando afirmar intereses nacionales y regionales, y revalorizar estrategias multilaterales. La consolidación de un desarrollo económico, tecnológico y sociocultural propio constituye la base sobre la que se asientan las posibilidades de lograr una relación más beneficiosa con el resto del mundo.
Entendiendo el período actual como una oportunidad, la perspectiva es bregar por la nacionalización de los resortes estratégicos de la economía nacional y por un cambio en las reglas del comercio mundial, sobre la base de normas que aseguren términos de reciprocidad y tiendan a eliminar relaciones asimétricas y distorsivas, como los subsidios que aplican las grandes potencias a sus exportaciones.
A diferencia de quienes afirman que América latina constituye una zona del mundo cada vez más fragmentada, heterogénea e irrelevante, en el contexto de la crisis económica aún en curso y de la agudización de la competencia multipolar, se asiste en varios de los países que la integran a un reverdecimiento de políticas de resistencia a los intentos hegemónicos de las grandes potencias.
El cinismo de la OMC criticando a la Argentina es sólo un intento desesperado de los partidarios de un libre comercio que no existe en la realidad de los países desarrollados (muchos de los cuales pronto pueden formar fila con los países en desarrollo). Así también son los desesperados intentos especulativos de los fondos buitres, alertando a los países endeudados del inestable Primer Mundo, que ahora plantean tomar todas las precauciones posibles para protegerse de los defaults de sus deudas, con restructuraciones de las mismas, al estilo argentino, o incluso con propósitos que van más allá, considerando que la solución del endeudamiento es la de Londres de 1953 que condonó el 50 por ciento de la deuda alemana. O, si eso no es ya factible, la monetización de sus deudas, es decir, que los bancos centrales compren la deuda pública creando moneda, lo que hacen sistemáticamente en los últimos dos años sin temor a una hiperinflación.
De ese modo, la banca de Japón tiene más del 22 por ciento de la deuda japonesa, la banca de Inglaterra el 24 por ciento de la deuda de Inglaterra y la FED el 16 por ciento de la deuda de Estados Unidos. O sea, una acreencia del Estado con él mismo que los bancos centrales pueden guardar eternamente o borrarla de sus libros. La Banca Central Europea se encamina en el igual sentido. A su vez, los intereses de esos títulos se vuelcan a los tesoros nacionales por lo cual esta deuda no cuesta nada al Estado.
De una forma u otra, siguiendo el camino del tratado de Londres o comiéndose su propia deuda, las todavía grandes potencias económicas resuelven sus problemas. Esto no serviría quizás a los Estados más pequeños y endeudados, pero los griegos por ejemplo, le recuerdan a Alemania permanentemente que su salvataje provino del mismo capitalismo por razones estratégicas y económicas, y exigen a los alemanes que se les aplique la misma norma.
De modo que la vuelta a los Estados nacionales, como elementos centrales de la vida económica de los países, y la desglobalización subsiguiente no es una cuestión de sectores contestatarios al sistema sino que provienen del corazón del mismo. Nuestros economistas ortodoxos tendrían que sentarse y tomar nota.
En cambio, es necesario empujar aún más la idea de un nuevo orden financiero internacional que ponga un freno a la liberalización financiera y a la expansión de las actividades especulativas, y permita resolver los usurarios o ilegítimos procesos de endeudamiento externo sin comprometer la recuperación económica ni los ingresos de las generaciones futuras. Una mayor autonomía económica y financiera garantizará un futuro más promisorio para nuestro país y no todo lo contrario, con políticas como las de los ’90 que ya fracasaron.
* Profesor emérito de la UBA. Director de la Maestría en Historia Económica, FCE, UBA.

lunes, 18 de mayo de 2015

Teoría del disenso

Alberto Buela


 A Paul Piccone, in memoriam

[Resumen: La intención de este artículo no es reducir el tema del disenso a la teoría del conflicto al estilo de Marx o Engels, tema que dejamos al marxismo y sus estudiosos, tampoco tratarlo desde la polemología, asunto que ha recibido desde los años 70 un tratamiento pormenorizado y casi definitivo por parte de Julien Freund y Gastón Bouthoul. La intención es analizar el disenso desde la posibilidad de constitución de teoría crítica. Sabemos que no es fácil, se necesita un trabajo interdisciplinario, aun cuando hay algunos pocos pensadores (Cacciari, Siena, Douguin, Wagner de Reyna) meditando el tema.
Este pequeño trabajo viene a completar los Ensayos de Disenso, próximos a aparecer en su versión argentina. Pretendemos, con las limitaciones del caso, responder a la Escuela de Frankfurt, pues como se sabe desde hace unos treinta años se impuso en las democracias occidentales la teoría del consenso, que tiene su origen ideológico en dicha escuela neomarxista con el filósofo Jüngen Habermas a la cabeza. Esto dio por resultado que "el consenso o acuerdo de los grandes partidos políticos" se transformara en el fundamento moral de nuestras menguadas democracias. Reemplazándose así la genuina representación democrática, transformando al sufragio universal y secreto en una verdadera farsa. Porque viene a justificar las decisiones ya tomadas de antemano por el acuerdo de los grandes partidos. Nuestra propuesta del disenso como verdadera causa agente de la teoría crítica postmoderna, intenta abrir espacios, pliegues, al verdadero pluralismo social en el seno de un sistema democrático procedimental y por ende vaciado de contenido.
Al consenso de los grandes partidos debemos agregar las múltiples y variadas “mesas de consenso social” patrocinadas por los grandes lobbies e instituciones de la sociedad civil, para que cambiando algo, nada cambie.]



El disidente no aspira a cargos oficiales
ni busca votos.
No trata de agradar al público,
no ofrece nada ni promete nada.
Puede ofrecer, en todo caso, sólo su pellejo”.
Valclav Havel

Este trabajo cierra un periplo de veinte años sobre la meditación y práctica del disenso que comenzó allá por 1984 con una conferencia en el Palacio de los Congresos de Versailles(Francia) junto a los pensadores como Julien Freund, Alain de Benoist, Guillaume Faye y Pierre Vial, titulada L´Amérique hispanique contre l´Occident, y siguió luego a través de la experiencia, durante un lustro (1994–1999), con la revista de metapolítica Disenso, para concluir ahora, en este ensayo.

Nuestra tesis es que el disenso, sobre todo desde las sociedades dependientes como la nuestra, es lo que permite crear teoría crítica, tanto en ciencias sociales como en filosofía. Y hoy, la mediocridad de ambas disciplinas radica en esta incapacidad de pensar críticamente. O lo que es lo mismo, explica la vigencia de un pensamiento único que tiene su proyección política en lo políticamente correcto, sea a través del progresismo socialdemócrata, sea en el neoliberalismo conservador. Son estos, los dos brazos de la tenaza político–ideológica que aprisiona al mundo que comienza en el siglo XXI.

Naturaleza del disenso

El acceso etimológico que nos permite el término disenso es el siguiente: Proviene del verbo latino dissero: examinar, discutir una materia, que se vuelca en el sustantivo dissensus que significa otro sentido.

El sufijo dis, que proviene del adverbio griego δις y que en latín se tradujo por bis=(dos veces), significa oposición, enfrentamiento, contrario, otra cosa. Así tenemos por ejemplo los vocablos disputar que originalmente significa pensar distinto, o displacer que equivale a desagrado, o disyuntivo que es no estar junto, estar separado.

Disenso significa, antes que nada, otro sentido, divergencia, contrario parecer, desacuerdo. Existe muy poca literatura acerca del disenso[i] y la poca que existe, viene desde el pensamiento institucionalmente aceptado, con lo cual el disenso está caracterizado: negativamente. “El disenso es negativo porque siempre está referido a un consenso previo” y vinculado a las minorías: “una de las características de toda minoría es una actitud de disenso”.

Es obvio que no compartimos para nada esta clasificación interesada y parcial del disenso. Pues, disentir, no es sólo negar un acuerdo sino que es, sobre todo, pretender otro sentido al que actualmente poseen las cosas y las acciones de los hombres y el mundo que nos rodea. Disentir es una actitud libre, personal o colectiva, de afirmar otra cosa a la propuesta. Psicológicamente es la primera actitud del hombre, al reconocerse como otro distinto del padre, para convertirse en adulto. El disenso enriquece el obrar humano y consolida una sociedad plural, al mismo tiempo que invalida cualquier intento homogeneizador o totalitario.

Muchos vinculan el disenso con la discrepancia entendida como negar el consentimiento a algo o alguien. Por el contrario, para nosotros el disenso no se agota en el afirmar lo que no se quiere (en la negación) sino que logra su plenitud en el pensamiento (teoría alternativa) y la actitud (práctica) no conformista a la dada. Es el origen del pensamiento y la conducta alternativa al orden o la normalidad constituida.

Es que el consenso, lo hemos visto hasta el hartazgo, a pesar de la opinión de los progresistas ilustrados, no puede servir como fundamento de la legitimidad política de la democracia porque siempre es el resultado de un acuerdo de partes con poder en la sociedad (racionalidad estratégica, que viene a responder a la pregunta de Lenín: ¿Qué hacer?) que puede conducir, y de hecho ha ocurrido infinidad de veces en la historia del mundo, a resultados aberrantes.

A contrario sensu, surge entonces el disenso en su función ético–política por antonomasia, como origen de la legitimidad política de la democracia pluralista y participativa, y no ya democracia acuerdista, de pactos o logias, que se caracterizan por tomar las decisiones antes de la deliberación. Esto es, transforman a la deliberación de las partes en un simulacro pour la galerie.

“En todo disenso”, afirma el filósofo Wagner de Reyna, “hay un enfrentamiento, una contradicción insalvable, y así resulta lo contrario de la dialéctica, que anticipa la síntesis que vislumbra –complacida y anhelante– en el horizonte. [...] Detrás del contenido lógico del disenso siempre hay una necesidad –axiológicamente fundada en lo insobornable– de hacer vencer la verdad. Nada más lejos de él, que el parloteo –hablar por hablar y discutir por discutir– y que la jovial disposición a un compromiso que no compromete a nada. Tal suele ser el tan celebrado consenso”[ii].

La dialéctica tanto en Hegel como en Marx es un producto de la modernidad, en su base está la vieja idea de progreso del Abad de Saint Pierre. Hablando filosóficamente la estructura de la aufhebung sein , es un suprimir que conserva para superar y no la simpleza intelectual a que nos tienen acostumbrados los manuales de filosofía de explicarla por la sucesión de la tesis, antítesis y síntesis, conceptos por otra parte, que Hegel jamás utilizó.

En cuanto a su calidad ética, el disenso no depende sólo de lo negado, vgr. Los ciudadanos norteamericanos disienten con el envío de tropas a Iraq, sino que depende también, y fundamentalmente, del contenido de la propuesta realizada por el disidente o no conformista, pero como los ciudadanos del ejemplo no tienen una propuesta alternativa, se quedan en la negación, su actitud se encuadra más bien en lo que sería una oposición o una rebelión y no una disidencia.

Esto es importantísimo para comprender el por qué de la crítica desde la izquierda a la teoría del disenso en el sentido que éste no tiene en cuenta la dialéctica, o peor aún, afirman que es contrario a la dialéctica porque se queda en la negación y no pasa a la negación de la negación, núcleo y sentido del método dialéctico.

El disenso para ellos es reducido a una infinidad de sucesiones dicotómicas de negación donde no está pensada la superación de las mismas secuencias. Pero repetimos, que el disenso no se agota en la negación sino que exige, tal como nosotros lo planteamos y entendemos, la creación de otro sentido al dado, al del statu quo reinante o vigente.


En el disenso la superación de la negación no se da como en el recetario marxista, porque las leyes mismas del movimiento del mundo real se expresan en la dialéctica, sino porque el disidente cuando disiente ofrece su pellejo, según la cita de Havel. La superación de la negación es existencial. Cuando se disiente es porque de facto ya se está plantado en otra realidad distinta que la vigente. El disenso no se agota como batalla ideológica–cultural sino que al nacer de un pensamiento situado exige tanto una práctica política como una práctica personal.

Partido liberal y Movimiento Nacional


Aritz Recalde, mayo 2015

La política y los Partidos Políticos
La política es una actividad humana tendiente a regular la vida social, cultural o económica de una comunidad. La política se organiza y se desenvuelve como parte de una disputa permanente por el poder social.
Los Partidos Políticos son voluntades colectivas de organización del poder. Su finalidad dependerá de su composición y de sus objetivos originarios, históricos o coyunturales. Para definir la tarea de un Partido Político se debe identificar su composición de clase, racial, étnica, de género y su articulación con otros factores de poder externo o interno como son la iglesia o los militares.

Comprendiendo dicha articulación se puede procurar un análisis de su tarea histórica. 

EJEMPLO 1
La REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA articuló un entramado político pluri-clasista que hizo eje en la emancipación de la clase obrera, el mediano productor rural, los sectores medios y la burguesía industrial. Con la revolución la mujer logró derechos políticos (a elegir y ser elegida). La clase trabajadora fue objeto de políticas de Estado de salud, educación o empleo y sus tradiciones culturales fueron incluidas como parte de la gesta emancipadora. Además y de manera inestable, el proceso político tradujo los intereses de otros factores de poder como eran la iglesia o los militares. La REVOLUCIÓN BOLIVIANA que conduce Evo Morales es la expresión política de las organizaciones campesinas, sindicales, de mujeres y de pequeños y medianos productores de Bolivia. La revolución nacionalista y antiimperialista recuperó los principales resortes económicos en manos del extranjero, como es el caso de los hidrocarburos y el agua y los puso al servicio de los programas sociales y de infraestructura del conjunto del país.     

Partidos Políticos Liberales
En el siglo XIX las clases dominantes argentinas y extranjeras impulsaron los Partidos Políticos Liberales. Su finalidad fue mantener el orden racial, económico, social, cultural y de género establecido. Con dicho propósito, sus dirigentes asesinaron a indios y negros, desmovilizaron al resto del pueblo e impidieron el acceso a la política a los trabajadores pobres. Por mucho tiempo también bloquearon la participación de la mujer, que recién pudo votar a partir de la reforma del código electoral del año 1947.
En la óptica liberal, los Partidos son meros instrumentos electorales. La acumulación de activistas se obtiene distribuyendo cargos públicos y el Estado pasa a ser un botín electoral que se reparte entre los ganadores de la formula. El Estado carece de finalidades trascendentes más allá de mantener el orden existente y de financiar la estructura partidaria.  
El capital económico de los factores de poder extranjeros e internos, estipulan en buena medida su funcionamiento. Al carecer de estructuras de base y de activistas, actúan por intermedio de otros factores de poder como son el judicial, el mediático o el militar.
Su agenda de discusión se organiza a partir de la ideología de las potencias occidentales y de los factores de poder establecido y se transmite en la población con la acción de los medios de comunicación de masas. En su versión actual, los partidos liberales no hacen pública su ideología, sino que su relato se construye a partir de encuestas de opinión. Con un mismo objetivo que es el de favorecer a una oligarquía económica y a una reducida estructura partidaria, van modificando su posición frente a los debates públicos de cada etapa y tiempo histórico. 

El Movimiento Nacional
Para contrarrestar la acción de las clases dominantes, en el siglo XX se crearon nuevas herramientas políticas. Un caso fue el Movimiento Nacional que articuló un frente económico, social y político que propuso cambiar el modelo de acumulación y de distribución de la riqueza propio de la oligarquía y los liberales. Dichas expresiones políticas, impulsaron una demanda de:
- recuperación del patrimonio material y cultural nacional en manos extranjeras;
- resolución de agenda de problemas sociales, de géneros y étnicos postergados.

Desde su origen, el objetivo transformador del Movimiento excede ampliamente las tareas meramente electorales del Partido Liberal. Estas expresiones desarrollan un entramado diverso de actores que ingresan al espacio desde los sindicatos, las agrupaciones sociales, las centrales económicas, los ámbitos educativos (secundarios o universitarios) o de los frentes de la cultura (intelectuales o frentes de profesionales y artistas). Vamos a denominar a los ámbitos de actuación mencionados como “organizaciones libres del pueblo” (OLP).
La movilización política contra el sistema no fue ocasionada en el Partido Liberal tradicional, sino que los trabajadores, campesinos o miembros de los militares desde sus propias organizaciones, protagonizaron las reivindicaciones. Los Partidos Políticos tradicionales no expresaron la profundidad de las demandas no satisfechas de la sociedad de masas.
En Iberoamérica la agenda de emancipación social reclamada por el pueblo, fue impedida por el manejo discrecional de las empresas extranjeras. Es por eso, que es habitual que los Movimientos Nacionales impulsen expropiaciones de la tierra o de los recursos naturales en manos extranjeras y que el resultado de estas acciones derive en la distribución social de la riqueza.

A la OLP el Movimiento suma un Partido Electoral, que traduce la fuerza social en  institucionalidad del Estado. Su ámbito de actuación es la comunidad nacional y es habitual que los procesos políticos sean profundamente movilizadores y masivos.


EJEMPLO 2
La REVOLUCIÓN BOLIVIANA de Evo Morales está centrada en el accionar de las OLP campesinas o mineras, que son el resultado de décadas e incluso siglos, de lucha y de articulación. Las OLP se presentan a elecciones con el Movimiento al Socialismo (MAS) que permite que los grupos sociales ocupen legislaturas, Departamentos o Ministerios. Los cargos públicos no son el fin de la revolución, sino que actúan como un medio para la emancipación social, cultural o de género del pueblo boliviano e iberoamericano. La REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA en la década del cuarenta, se organizó con un Movimiento Nacional que diagramó un frente electoral (laborismo y UCR JR que derivó en Partido Único de la Revolución y luego en el Partido Justicialista o Peronista) y un conjunto de OLP que le dieron materialidad en todo el territorio nacional. El Movimiento se organizó con trabajadores industriales (CGT o JTP en los sesenta), profesionales y hombres de la cultura (CGP o Comandos tecnológicos en los setenta), universitarios (CGU o JUP en los setenta), empresarios (CGE) o grupos juveniles (UES). Lo integraron sectores  militares y la iglesia. Dentro del dispositivo político de Perón, el Partido Justicialista no fue el eje fundamental, sino que son los trabajadores industriales (CGT) los pilares  del proceso político. Los trabajadores impulsaron a Perón (17 de octubre), ocuparon lugares de gobierno en los cuarenta e intervinieron activamente en la resistencia a la dictadura de 1955.

La diversidad de los reclamos y la incapacidad de las instituciones liberales de canalizar demandas, explican en parte, la tendencia a la formación de Movimientos en lugar de Partidos.
La división internacional del trabajo y la resistencia al cambio ejercida por los poderes internacionales, supo oficiar como un factor aglutinador de clases dentro de un mismo país.

EJEMPLO 3
Un empresario podía acompañar a un gobierno que lo proteja y lo apoye frente a la importación extranjera y la falta de crédito. Un trabajador puede apoyar al mismo gobierno por la defensa de su empleo y por la capacidad de ampliar sus ingresos (bajar la rentabilidad del capital vía derechos sociales o paritarias). Ambos actores pueden encontrarse en un programa nacional de desarrollo, que postula la recuperación del patrimonio en manos del extranjero. También y como demostró la historia, van a enfrentarse. El Movimiento Nacional no propició la desaparición de clases y de conflictos (dictadura capitalista o del proletariado), sino que propuso una institucionalización del mismo evitando la guerra social. La REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA creó tribunales del trabajo y favoreció las organizaciones sindicales (CGT) y empresarias nacionales (CGE).      


Movimiento, Partido y Estado
Por intermedio de los Partidos las OLP van a traducir su poder social, de género o cultural en representación estatal. Como resultado de la disputa electoral, van a ocupar lugares en el sistema de instituciones públicas y van a ejercer la regulación y/o modificación de las cuestiones privadas.

Como parte de la disputa y del conflicto, el Estado cumple tareas particulares en el terreno educativo, militar, de salud o de esparcimiento.
En Iberoamérica el avance del Movimiento Nacional impulsó:
-  la construcción del Estado de Bienestar;
-  la transferencia de los recursos económicos de la esfera privada extranjera, a la nacional pública;
-  el pasaje de recursos del capital al trabajo.   

EJEMPLO 4
La REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA permitió el ingreso a las legislaturas a los trabajadores y a las mujeres. Al mando del Estado, los trabajadores recuperaron el capital en manos de la oligarquía y el extranjero nacionalizando bancos, depósitos bancarios, comercio exterior, servicios públicos y recursos naturales. La revolución organizó un nuevo pacto histórico con la Constitución de 1949 que institucionalizó los derechos sociales, la propiedad social y la defensa de los recursos naturales. La REVOLUCIÓN BOLIVIANA modificó la Constitución nacional y el nuevo pacto social permitió la representación política, judicial, cultural y social de las organizaciones indígenas campesinas. La Constitución estableció que “Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley”.

El gobierno y la disputa por la conducción del Estado
Las OLP organizadas como Movimiento Nacional pueden crear un Partido electoral e iniciar la toma del poder del gobierno. La tarea de modificación del Estado para ponerlo al servicio de la mayoría social, implica una reeducación ideológica y técnica de los funcionarios de carrera que hacen funcionar el aparato gubernativo.
Las clases dominantes postulan que la conducción del Estado puede otorgarse a los técnicos sin ideología. Dicha aseveración no es correcta y conduce a que el Estado reproduzca la relación de poder existente, ya que el supuesto de la inexistencia de ideología cristaliza la situación social establecida.

Para garantizar la transformación, las OLP tienen que contar con cuadros políticos que dispongan de doctrina, de vocación de servicio al pueblo y de una moral nacional. A las tres cuestiones se le debe agregar el manejo de una ciencia y de una técnica con fines nacionales y sociales.

El hecho de que El Movimiento Nacional alcance el gobierno, no es garantía de la modificación del Estado y de la redefinición radical de las relaciones sociales. Para poder cambiar el sistema, la actividad política tiene que incluir a las OLP que son las encargadas de acompañar la tarea de refundación moral, política, económica y cultural del conjunto del tejido social.

La modificación de las relaciones sociales institucionalizadas es un paso impostergable. Asimismo, si las OLP no forman los cuadros políticos para la toma, conducción y proyección estratégica del gobierno y del Estado, los cambios pueden fracasar. Si la oligarquía y el imperialismo controlan la ciencia y la tecnología de los países, a la corta o a  la larga, van a manejar el desarrollo económico y político del continente.  




domingo, 17 de mayo de 2015

El nacionalismo popular y la expansión del sistema universitario argentino



por Aritz Recalde, mayo 2015

Desde el año 2003 a la fecha, el gobierno nacional inauguró quince Universidades públicas a lo largo y ancho de la República Argentina. La última década, conjuntamente al Plan Taquini de fines de los años sesenta, es la etapa de expansión universitaria más importante de la historia del país. Varias de las nuevas instituciones están radicadas en el Conurbano bonaerense, como es el caso de Moreno, Avellaneda, Florencio Varela (Jauretche), José C. Paz, Merlo (Oeste) o Hurlingham. Otras fueron inauguradas en diversas provincias, tales como Tierra del Fuego, San Luis (Comechingones), Río Negro, Chaco o Santa Fe (Rafaela). Para afrontar la ampliación del sistema universitario argentino, la inversión del Estado aumentó de $ 1.900 millones en el año 2003 a $ 39.000 millones en 2015. La misma se organiza sobre los principios del modelo universitario del nacionalismo popular promovido por la Revolución Justicialista que ofició como una complementación y superación del programa reformista de 1918.

Una Universidad nacional llamada “Arturo Jauretche”

Entre intelectual y argentino, voto por lo segundo. Y con todo.” Arturo Jauretche

La Universidad Nacional Arturo Jauretche es una de las quince instituciones creadas en la última década. El nombre de la institución es un hecho de política cultural de fuerte contenido ideológico e histórico, que afirma la vitalidad del nacionalismo popular universitario. Arturo Jauretche alcanzó el título de abogado y en el transcurso de su militancia, participó de la vida política universitaria. Fundó la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) que creó agrupaciones universitarias en La Plata, Buenos Aires, Mendoza y Tucumán (Organización Universitaria Forjista) y en Córdoba (Unión Federalista Revolucionaria Argentina). En el año 1939, el forjismo llegó a conducir la Federación Universitaria Argentina (FUA). Tras su graduación, Jauretche no desempeñó tareas en la Universidad, exceptuando su labor en EUDEBA en el año 1973. 
Pese a que no fue docente o funcionario universitario, en sus libros y artículos se refirió en diversas oportunidades a la Universidad. En su óptica, tenía que cumplir tres funciones fundamentales. La primera, era la de conformar una ciencia nacional capaz de resolver los problemas de los argentinos, ya que en su punto de vista: “La incapacidad para ver el mundo desde nosotros mismos ha sido sistemáticamente cultivada en nuestro país.” El segundo rol fundamental de la Universidad era permitir el ascenso social, ya que en sus palabras: La Enseñanza Superior cumple entre nosotros la función de resolver el problema económico de los hijos de las minorías y parte de las clases medias y extraer, accidentalmente, algunos elementos calificados del seno del pueblo para incorporarlos. Carece de finalidades sociales más amplias y lógicamente, carece de finalidad nacional.” Finalmente, postuló que la institución tenía que educar en valores, consolidando los principios éticos de la justicia social y de la soberanía nacional y, en consecuencia, afirmó enfáticamente que: “Es necesario una moral nacional que es lo que se llama patriotismo.”

La Universidad como medio de ascenso e igualación social

La Universidad americana desde su origen fue un instrumento para perpetuar las desigualdades étnicas (indios o negros no ingresaban), de género (las mujeres no estudiaban), nacionales (inicialmente era para españoles) y de clase. Producida la Independencia, los liberales profundizaron buena parte de estas concepciones y las instituciones siguieron siendo elitistas, negando el ingreso a los grupos de escasos recursos. Esta realidad fue modificada parcialmente por la UCR, que impulsó que estudien los sectores medios. Recién con la Revolución Justicialista, la Universidad fue postulada como un medio de igualación social. En el año 1949, el gobierno nacional suprimió los aranceles y los cursos de ingreso universitarios y se instauraron las becas. Dos años antes, la Revolución había sancionado la Ley de voto femenino que favoreció el ingreso de las mujeres a la vida política y cultural. La gratuidad indujo la participación de estudiantes latinoamericanos de países limítrofes y de la región. Desde los años cincuenta, la Universidad argentina se caracterizó por el ingreso popular y de estudiantes latinoamericanos e impulsó la igualdad de género. Actualmente, la apertura de nuevas Universidades en todo el país y, en particular en el Conurbano bonaerense, favorece dicha tendencia. Como postuló Jauretche, la Universidad argentina, a diferencia de lo que ocurre en buena parte del mundo, continúa siendo gratuita tendiendo a que la educación sea un medio de ascenso e igualación social.

Los derechos de los trabajadores docentes y técnico administrativos

La Reforma de 1918 intervino la Universidad y expulsó a buena parte de los docentes y funcionarios conservadores, quienes se desempeñaban laboralmente a la manera de una “planta permanente.” En su lugar, el reformismo postuló los concursos y los miembros de la Universidad priorizaron su condición de “científicos” antes que de “trabajadores.” Los docentes perdieron la estabilidad en sus cargos y quedaron sujetos a la competencia permanente de los concursos.
Tras décadas de luchas obreras, con el Peronismo los trabajadores alcanzaron los derechos sociales a la estabilidad laboral, la salud, el esparcimiento, la educación, la vivienda y la jubilación. En el terreno universitario, todas las instituciones recibieron un aumento considerable de presupuesto que se reflejó en infraestructura, en la mejora salarial y de las condiciones de trabajo. En el año 1946, el presupuesto universitario era de 48 millones de pesos moneda nacional y para el año 1954 había aumentado a 400 millones. Los docentes universitarios consiguieron que las leyes nacionales, les reconozcan los históricos derechos a la dedicación exclusiva en el cargo y a la Carrera Docente, que permitió articular la dimensión académica docente (formación permanente e ingreso por concurso), con la estabilidad del derecho al trabajo (permanencia en funciones y esquema de ascenso en el cargo).
Resultado de las acciones del proyecto político iniciado en el año 2003, los trabajadores docentes y técnicos administrativos gozan de los derechos conseguidos en los años cincuenta. En el año 2005, los trabajadores técnicos y administrativos firmaron el histórico Convenio Colectivo y desde 2009 los docentes universitarios obtuvieron la movilidad jubilatoria del 82 %. 

La regionalización de las carreras e investigaciones

Tal como mencionó Jauretche, para el nacionalismo popular la Universidad tiene como función fundamental la conformación de una ciencia aplicada a la resolución de nuestros problemas. Ello conlleva el desafío de conformar una matriz científica y tecnológica nacional, que refuta la tendencia liberal y reformista a reproducir las teorías y las agendas de investigación propias de EUA o de Europa. La Revolución Justicialista regionalizó la Universidad y promovió la apertura de carreras y la formulación de agendas de investigación tendientes a resolver los problemas nacionales y populares. La ciencia argentina consolidó proyectos de innovación tecnológica aplicados a la producción de autos, aviones, medicamentos o energía atómica. 
Las nuevas Universidades están aplicando las concepciones del nacionalismo universitario y las carreras que se abren no son mera copia o reproducción de tendencias occidentales (carreras tradicionales), sino que surgen a partir de la identificación de temas y problemas locales. La regionalización y nacionalización de la ciencia argentina, permite que el Estado impulse programas de becas a las carreras estratégicas y que financie líneas de investigación de áreas de vacancia. Desde el año 2003, el debate sobre la autonomía universitaria pasó a un segundo plano y actualmente las instituciones son pilares fundamentales de los programas nacionales de desarrollo, como es el caso de YPF o la Televisión Digital. Como resultado de la planificación nacional de la ciencia y de la tecnología, hoy nuestro país produce satélites, genera energía atómica, desarrolla contenidos educativos de calidad en la TV pública y nuestros investigadores acompañan los programas de desarrollo estratégico.


Si el nacionalismo popular universitario se impone definitivamente en nuestro país, la Argentina va a estar en condiciones de alcanzar la soberanía cultural y tecnológica, base de la independencia económica y de la industrialización. Sin soberanía científica y sin industrialización, la Argentina será dependiente políticamente, postergando toda posibilidad de bienestar social de nuestro pueblo.  

miércoles, 13 de mayo de 2015

GESTAR: FILOSOFÍA POLÍTICA NACIONAL



Continúa abierta hasta el 18 de mayo la inscripción al curso virtual de FILOSOFÍA POLÍTICA NACIONAL (Pensamiento nacional II) que dictan por segundo año consecutivo:
-  Aritz Recalde (Cooke);
-  Dionela Guidi (Hernández Arregui);
-  Juan Godoy (Jauretche) y (Scalabrini Ortiz)

GESTAR: Instituto de Formación política del Partido Justicialista.


Inscripción en: http://www.gestar.org.ar/formacion-politica


Presentación del Curso: https://www.youtube.com/watch?v=F7e8zzu7BXE&feature=youtu.be


viernes, 8 de mayo de 2015

¿QUIENES CRITICAN LOS ACUERDOS CON CHINA, CONOCEN ESTO?




  JORGE RACHID
 
Fuentes CEPRID -IADEG



Desde que el Gobierno nacional y popular , abrió un campo internacional de negocios e inversiones con el frente Asia - Pacífico, surgieron en la oposición críticas profundas a esa direccionalidad diplomática, sin que la información delos medios, acompañe aquello que sucede hoy en el mundo, de lo cual los argentinos medios, están poco informados, lo cual permite la manipulación y operaciones contrarias a ese proceso, por los intereses directamente afectados por esa política y que son instrumentados por EEUU a través de los opositores políticos , ligados a el eje "occidental".
 
 Por eso volcar información, es democratizar el conocimiento:
 
 1- En octubre de 2014 se constituyó el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura BAII, con una inversión de 100 mil millones de yuanes
 
 2- En su constitución participaron 24 países del eje Asia Pacífico y se decidió que dicho instrumento financiero, no tendría mayoría que permitiese el veto, ni siquiera China, como en el FMI o el Banco Mundial, donde la sola oposición de EEUU bloquea cualquier financiamiento.
 
 3- A partir de su reciente puesta en marcha, comenzaron a adherir países europeos y de Oceanía, desde Nueva Zelanda , Gran Bretaña, Italia, Rusia, Australia, Francia y el único latinoamericano Brasil a través de sus relaciones del BRICS, siendo en total hoy, pocos meses después de su constitución a 57 países. Son 34 países asiáticos, 18 europeos,2 africanos, 2 oceánicos y un latinoamericano.
 
 4- A este panorama se agrega la constitución del Banco del Sur, que el BRICS ha puesto en marcha con un capital de 18 mil millones de cada uno de los países , y 5 mil millones Sudáfrica.
 5- Esta situación ha bloqueado el despliegue de EEUU, que intentó hace años ,bloquear el avance Chino, con la Alianza Trans Pacífico ATP, que está frenada en el Senado de EEUU por los republicanos, por sus pugnas internas con Obama, que sirvieron en bandeja a los asiáticos, su avance.
 
 6- El dólar es el principal afectado a futuro por estas políticas expansivas, que se realizan en monedas locales y con el fortalecimiento del yuan, que si bien aún no es moneda de reserva mundial, si lo es de intercambio aceptada y llegará al 10% del comercio mundial en los próximos años. Se debe tener en cuenta además la posesión de la Reserva Federal que tiene China en reservas, que hoy son de 4 billones de dólares.
 
 7- La política China se basa en el Acuerdo de Bieging que propicia políticas "blandas" de diplomacia, injerencia e inversiones, respetando las características propias de cada país, en un desarrollo estratégico,que tenían previsto para el 2027, pero la crisis de EEUU y Europa, aceleró sus propios tiempos. No olvidar el acuerdo China- Rusia por gas y petróleo, por 400 mil millones de yuanes/rublos en sus monedas locales, Tratado firmado y en ejecución, por 20 años.
 
 8- El BAII se constituye con cuotas partes de acuerdo a PBI de cada país, pero sin vetos, siendo votadas las propuestas por mayoría. No impone políticas macroeconómicas a los países receptores, que no hubiesen sido aceptadas por países que adhirieron, pero mantienen conflictos con China como Vietnam, Camboya, Taiwan, Japón, lo cual no es un competidor del FMI sino una alternativa diferente ante el avance de los sectores financieros buitres en el mundo.
 
 9- EEUU que no puede reaccionar aún, excepto por las armas, intentó su estrategia sobre América Latina intentando bloquear el avance chino que se verifica con el aporte de 250 mil millones de inversiones a través de la CELAC y la construcción de un canal inter-oceánico en Nicaragua, que EEUU intenta frenar a cualquier precio.
 
 10- De ahí que los sectores ligados a la estrategia e intereses de EEUU que operan en Latinomérica, intenten demoler las políticas que se asoman al futuro mapa Multipolar del mundo, con Multilateralismo, que desplaza el Unipolarismo Unilateral de los sectores Republicanos de EEUU o el Unipolarismo Multilateral de los Demócratas, que intentó desde hace 10 años,con el G-20, frenar el avance chino, que hoy constituye la principal economía del mundo razón por la cual , estados aliados profundamente a la estrategia de EEUU se suman a este emprendimiento que incluye a los ya nombrados mas Israel, Arabia Saudita y por supuesto Irán, partícipe desde el inicio en este nuevo esquema de poder mundial.
 
 Por eso cuando observamos diputados con criticas a los acuerdos, cuando escuchamos analistas económicos y políticos, editorialistas de los diarios, que claman por nuestra historia "ideológica " occidental y cristiana, como si estuviésemos en una batalla política y no de intereses. 
 ¿O acaso Inglaterra, Alemania, Japón se volvieron socialistas...?
 
 "Los países no son amigos o enemigos, tienen intereses comunes o intereses contrapuestos" J.D Perón

Los partidos políticos a 122 años

        Alberto Buela (*)   En la tranquilidad de en este tiempo que me toca vivir encontré en la biblioteca un viejo libro del autor bi...