Facultad de Ciencias Sociales
Muy buenas tardes a todos, muy buenas tardes a todas. Como
buen populista, voy a hablar de pie. Quiero agradecer a cada uno de ustedes que
se han tomado el tiempo para hacerse presentes en este hermoso escenario, para
venir a dialogar y compartir las lecturas que tenemos sobre lo que está pasando
en nuestro continente. Agradecer infinitamente a los compañeros de la Facultad
de Ciencias Sociales de la UBA. También a Carlos, que cuando fue a Bolivia me
dijo: tienes que venir Álvaro, y acá estamos, cumpliendo con nuestro
compromiso. Gracias por la invitación. Saludar también al compañero Eduardo por
sus reflexiones sobre el papel del Estado y su propuesta de este republicanismo
popular, plebeyo. Y al profesor Emir Sader, de quien hemos aprendido mucho y de
quien seguramente seguiremos aprendiendo más en el porvenir.
Yo quisiera hacer una reflexión de lo que está pasando en el
Continente, de lo que veo que ocurre en el Continente. No estamos en un buen
momento. Tampoco es un momento terrible. Pero este es un momento de inflexión
histórica. Algunos hablan de un retroceso, de un avance los restauradores. Lo
cierto es que en el último año, después de diez años de intenso avance, de
irradiación territorial de gobiernos progresistas y revolucionarios en el
Continente, este avance se ha detenido, y en algunos casos ha retrocedido, y en
otros casos está en duda su continuidad. De manera fría, como lo tiene que
hacer un revolucionario, tiene que hacer un análisis de plaza, en terminología
militar, analizar las fuerzas y escenarios reales que hay, sin ocultar nada,
porque dependiendo de la claridad del análisis que uno hace, es que sabrá
encontrar las potencias, las fuerzas reales prácticas del avance futuro.
No cabe duda que hay una limitación o una contracción
territorial de este avance de los gobiernos progresistas. Allá donde han
triunfado las fuerzas conservadoras, hay un acelerado proceso de reconstitución
de las viejas elites de los años 80 y 90, que nuevamente quieren asumir el
control de la gestión estatal, el control de la función estatal. En términos
culturales, hay un esfuerzo denodado desde los medios de comunicación, desde
las ONG, desde intelectuales orgánicos de la derecha, por devaluar, por poner
en duda, por cuestionar la idea y el proyecto de cambio y de revolución.
Todo esto dirige su ataque haciaa lo que podemos considerar
como la década dorada, la década virtuosa de América Latina. Son más de diez
años que el Continente, de manera plural y diversa, unos más radicales que otros, unos más urbanos,
otros más rurales, con distintos lenguajes muy diversos, pero de una manera muy
convergente, América latina, dese los años 2000, ha vivido los años de mayor
autonomía y de mayor construcción de soberanía que uno pueda recordar desde la
fundación de los Estados en el siglo XIX.
Cuatro cosas caracterizaron esta década virtuosa
latinoamericana.