viernes, 29 de julio de 2016

El peronismo universitario frente a la aristocracia del dinero


Aritz Recalde, julio 2016

Publicado en “AFILADOS (MACHETES PARA EL COMBATE IDEOLÓGICO)” N°1

En Argentina el “gobierno real” está en manos del capital trasnacional y de sus aliados internos de la oligarquía. La dirigencia política que integra CAMBIEMOS (UCR, Coalición Cívica y PRO) integran el “gobierno formal”, en el contexto de un modelo de desarrollo donde las principales figuras son los representantes de las corporaciones y de los gobiernos extranjeros. CAMBIEMOS está en el gobierno y la aristocracia del dinero maneja el poder.
De manera similar a los proyectos de país iniciados en 1955 y 1976, el poder económico concentrado está aplicando una revancha de clase. El conjunto de los argentinos destinan buena parte del producto de su trabajo, a financiar la inmensa ganancia de tres sectores:
-          Capital financiero especulador internacional.
-          Grandes terratenientes y exportadores agrícolas.
-          Empresas oligopólicas de servicios e importadores de manufactura extranjera.

En el mediano y largo plazo, la Argentina abandonará el proceso de sustitución de importaciones iniciado en el año 2003, para consolidarse como una plaza financiera y un país meramente agrario. La pequeña y mediana estructura industrial existente está en riesgo de desaparecer, como resultado de las importaciones, del deterioro de la capacidad de consumo popular y de los excesivos costos de los servicios públicos o las materias primas. El contexto regional no es favorable para la economía nacional ya que Brasil, principal aliado comercial del país, está en recesión cuestión que genera inconvenientes para colocar nuestras exportaciones.
Argentina retoma a paso firme su perfil económico financiero y agroexportador impulsado por Martínez de Hoz en el año 1976 y que está caracterizado por la concentración y extranjerización de la propiedad, la desindustrialización y la pérdida de los derechos sociales de los trabajadores. 

La articulación política antinacional
La estrategia de construcción política de los grupos económicos y sus gestores de gobierno, se organiza a partir del apoyo:
a- Mediático: el DNU 267/15 derogó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y le permitió al Grupo Clarín no aplicar la cláusula antimonopolio. El DNU les renovó las licencias a los grandes medios de comunicación, permite la concentración de los cable operadores y favorece la extranjerización del sistema. A nivel regional, la política del gobierno tiene apoyo en la prensa norteamericana (CNN) y en sus satélites. El canal TELESUR directamente fue eliminado de la grilla de la TV Digital, en un proceso paulatino de silenciamiento y censura de los micrófonos opositores.   
b- Judicial y de los servicios de inteligencia. Representantes de ambos actores institucionales actúan de manera partidaria y arman y publicitan causas judiciales contra la oposición a CAMBIEMOS. La acción la realizan en acuerdo con los medios de comunicación concentrados que amplifican y teatralizan los casos. La veracidad o no de las denuncias carece de importancia y lo fundamental es la capacidad de daño mediático contra los imputados.
c- Político. Además de los partidos que integran CAMBIEMOS, el oficialismo dispone del apoyo de diversos bloques legislativos. El Frente Renovador de Sergio Massa designó dirigentes en diversas dependencias del Estado nacional, provincial y municipal. Un sector participacionista de la CGT acompaña al gobierno. En el plano internacional CAMBIEMOS busca que los EUA sean su principal aliado geopolítico y no es casualidad la llegada de Barack Obama a la Argentina y el impulso otorgado por la Canciller argentina a la Alianza Pacifico. Impulsan relaciones comerciales con China y Europa con la finalidad de colocar las exportaciones de materias primas y recibir inversiones y manufacturas.

CAMBIEMOS y la universidad
De manera similar al año 1955, la derecha liberal le entregó la política universitaria a la UCR y a otros aliados como es el caso del Frente Progresista de Stolbizer, que controla la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Política Universitaria. En el año 1955 el reformismo UCR disputó con sus aliados de la iglesia la gestión académica, cuestión que actualmente hacen con el núcleo neoliberal del PRO. La discusión dentro del espacio CAMBIEMOS se dio públicamente al momento de designar el Secretario de Política Universitaria y la UCR tuvo que presionar para que no nombren al productor televisivo Juan Cruz Ávila.
Como resultado de la destrucción paulatina de la economía argentina, los universitarios están perdiendo empleos y bajando su capacidad de consumo y ello tensiona la relación de la UCR con los académicos, de manera similar a lo ocurrido entre los años 1955 y 1966.  
Dentro de CAMBIEMOS el sector liberal vinculado a la universidad privada, considera a parte de las instituciones académicas como una “oposición política” e integrantes de la negativa “herencia kirchnerista”. Las declaraciones del Ministro de Educación de La Nación buscan instalar la categoría de “grieta” entre las instituciones, descalificando a todas aquellas universidades que no comparten su ideología. El reformismo UCR que dispone de trayectoria y de conocimiento del sistema universitario público, tiende a morigerar la posibilidad de un enfrentamiento masivo de las instituciones académicas con el gobierno. La eventualidad de un potencial conflicto quedó evidenciada en las manifestaciones estudiantiles por el boleto, en las huelgas docentes y no docentes y en la importante participación de los académicos en la movilización sindical del 29 de abril.

Tareas pendientes
Acción gremial universitaria. Por primera vez luego de un gobierno de 12 años de realizaciones, las universidades tienen problemas de financiamiento derivados de los aumentos de los servicios e insumos o de la demora en el giro de fondos para programas académicos o de infraestructura. La inflación desmedida achica considerablemente las posibilidades de una óptima gestión institucional y la universidad tiende a empobrecerse. Los docentes y el conjunto del personal de las Casas de Altos Estudios acordaron una paritaria que está por debajo de la inflación, iniciando un deterioro de los derechos sociales alcanzados en la última década. Los alumnos sufren la inflación de la canasta alimentaria, del transporte, de los apuntes y padecen la pérdida del empleo y el de sus familias. En base a ésta realidad, todos los miembros de la universidad van a tener que organizarse y trabajar para defender los derechos alcanzados y conseguir los que aún faltan. Nada debe evitar la necesaria consolidación de las organizaciones y federaciones de estudiantes y el fortalecimiento de los sindicatos docentes y nodocentes y de los frentes inter claustros. Los profesores deben concientizarse en que antes que científicos o académicos, son trabajadores y que si no se organizan van a perder todos sus derechos y los de sus familias. Los nodocentes tienen una organización sindical consolidada, una federación única integrada a la CGT (FATUN) y un Convenio Colectivo de Trabajo homologado por Néstor Kirchner y por el cual consiguieron históricos derechos y una renovada conciencia social y política.    
La organización nacional. El peronismo universitario tiene que integrarse de manera solidaria y con humildad, a las estructuras políticas, sociales y sindicales del Movimiento Nacional. De nada sirve una universidad libre, en el marco de un país saqueado, subdesarrollado y dominado. Los problemas de la nación y del pueblo son los nuestros. La oposición a la aristocracia del dinero tiene que elaborarse con el conjunto de las organizaciones libres del pueblo y en particular con el movimiento obrero y los trabajadores, que son la columna fundamental del peronismo. En el caso de los docentes y nodocentes, sus federaciones se encuadran en la reunificada CGT y en la CTA. Diversas organizaciones universitarias están construyendo el Frente Ciudadano, otras forman parte del Partido Justicialista o integran numerosas expresiones sociales, políticas y culturales que deben fortalecerse. En algún momento y reconociendo las particularidades de cada uno y priorizando los puntos de encuentro políticos, todas estas experiencias deben unificarse.
Ciencia para la liberación. Los universitarios tenemos la responsabilidad de contribuir científica y tecnológicamente a resolver los problemas nacionales. Debemos nacionalizar las perspectivas y los objetivos de la actividad académica, revirtiendo el neocolonialismo de una educación meramente europeísta o norteamericana. Hay que estudiar los clásicos del pensamiento nacional y latinoamericano y sus desarrollos y derivaciones actuales. La conciencia nacional y latinoamericanista de los académicos, debe tender a consolidar planes de estudios y una oferta de carreras en función de la resolución de problemas productivos y sociales relevantes de cada región. Las investigaciones tienen que contribuir a la soberanía cultural, tecnológica y económica del país y a la unidad en la diversidad de Iberoamérica, reforzando nuestra historia, nuestro presente y futuro compartidos. En el plano de la transferencia del conocimiento, hay mucho por hacer y las universidades pueden contribuir al desenvolvimiento de las organizaciones populares y de las empresas de capital nacional y social. La función de cooperación adquiere diversas dimensiones. En las universidades con matricula de origen popular, el gran desafío es la contención y el egreso de los alumnos originarios de familias humildes sin trayectoria académica. A la visión tradicional de la extensión, el peronismo la remplazó por la “articulación política y sindical universitaria”. En ésta última concepción, los miembros de la academia se integran a las organizaciones libres del pueblo aplicando y adquiriendo saberes y prácticas. 

El año 2019 nos encontrará unidos o dominados y tal cual postuló Juan José Hernández Arregui, “el dilema es de hierro, o nación o factoría”.

 

  




domingo, 24 de julio de 2016

Leónidas Lamborghini‏: el poeta de la resistencia


 Iciar Recalde – Julio 2016


"Un poeta es un hombre que hace de todo y además escribe versos", le habría escrito Juan Domingo Perón desde su exilio allá por marzo de 1964 al recibir el manuscrito de lo que pronto se editaría en Buenos Aires bajo el mote de Las patas en las fuentes.[1] Y tenía razón: Lamborghini venía a quebrantar toda la serie de mitos liberales que en un país dependiente permiten al hombre de letras desasirse de todo compromiso con el país, legitimado por la noción reaccionaria de la autonomía de la literatura. El lema ni vencedores ni vencidos escrito a sangre y fuego por Lonardi en 1955 tenía su correlato en la literatura, donde a los vencidos según la historiografía asentada en una política de la literatura  liberal, ni clemencia. Así, el canon de las letras argentinas fue configurado a través de la visibilización extrema de los legítimos portavoces de la oligarquía –Echeverría, Sarmiento y Mitre, entre sus principales exponentes- y el silenciamiento de una extensa tradición nacional y popular: de Ascasubi a José Hernández, y más atrás aún si se discute la noción de que la literatura argentina nace cuando nuestros intelectuales importan por primera vez una estética europea, el romanticismo.

No hay relato de la literatura argentina que no señale sus comienzos con la generación del 37. Tan cipayos somos. Porque si de romanticismo se trata, Europa sabía lo que hacían los escritores en relación a la cultura de sus países de origen: el romanticismo era vehículo de una burguesía en ascenso preocupada por afianzar la cuestión nacional a  través del ataque al clasicismo, un fuerte historicismo y el trabajo estético a través de ciertos tópicos –la vuelta a  la naturaleza que para los nuestros era la barbarie, el sueño, la imagen idílica de la mujer, la idealización del amor, la exaltación de los sentidos, entre otros-. Los románticos franceses que desvelan a los escribas de la semicolonia argentina fueron furibundamente nacionalistas. Las estéticas surgen por necesidades y bajo objetivos que son coyunturales y nacionales, esto es, responden a la dinámica de un campo literario específico en su vinculación con el campo social en sentido amplio. Nuestros románticos también fueron nacionalistas, pero nacionalistas franceses: se unieron a Francia en contra de Rosas y de los intereses de nuestro país.

Para muestra basta un botón y éste es uno de los tantos ejemplos que describen la dinámica de la tradición liberal de la literatura argentina: se importa el arsenal procedimental de lo estético en detrimento de su ideario social y político concreto. Partiendo de una realidad subalterna y de una actividad literaria necesariamente condicionada por ella, el escritor produce literatura en el contexto de un pueblo, de sus dramas, contradicciones y proyectos. Por consiguiente, puede hablarse de verdad del hecho literario en relación a qué dice acerca de su contexto de producción, qué ilumina de lo real, qué aporte realiza en la conformación de la conciencia nacional de determinada comunidad nacional. Cómo se posiciona frente a la cultura de una nación, a sus tradiciones, a sus actores, a la situación dependiente del país. Y en este sentido, Lamborghini fue taxativo en su propuesta radical para la literatura argentina: cantarle a la cultura nacional a través de un trabajo singular y prolongado de destrucción de la frase poética y de puesta en duda de la centralidad de la tradición liberal a través del rescate y de la reescritura, entre otras tradiciones silenciadas, de la gauchesca, del tango  y de la consignística peronista como expresiones vertebrales del ser nacional. No en balde, su producción se inicia en el año 1955 y la revolución peronista ocupa retrospectivamente el lugar de la utopía cuyo derrumbe desubica e impone la fragmentación del lenguaje poético porque, oblicuamente, ha desintegrado al país en conjunto.

En la escritura lamborghiana el vínculo entre poesía y política es inescindible. La apropiación fragmentada del habla directa de la política en Las patas en las fuentes, posibilita que el lenguaje de los vencidos hable por sí  mismo a través del balbuceo que impone el decreto 4161: "somos los destrozados/los mutilados/ la vida por/la vida por.” El poema arranca la palabra de su proscripción y la inserta en el texto de manera violenta ya desde el título que rememora aquella épica del 17 de octubre que otro poeta, Raúl Scalabrini Ortiz, habría descripto como el subsuelo de la patria sublevado. Había recomenzado la revolución nacional, iniciada por San Martín y las montoneras, Rosas, Yrigoyen y Perón. Y se canta su derrumbe a gritos, a carcajadas amargas: “desempleado/buscando ese mango hasta más no poder/me faltó la energía, la pata ancha/aburrido hace meses, la miseria/buscando ahora trabajo en la era atómica/dentro o fuera del ramo/si es posible (…) y yo arrastrándome/con la bala clavada en mi garganta/ardiendo, y todos ellos allí/quedaron/sangre de lo mejor/caída en lo fétido.” 

El poema consigue tres logros poco frecuentes en la poesía argentina: una enérgica intervención en lo ideológico, una original belleza formal y la configuración de un lenguaje tremendamente argentino, el lenguaje de las masas argentinas que metieron las patas en la historia nacional y que a través de Lamborghini, poeta, trabajador y peronista, muestran que no es posible acallarlas. Oblicuamente, que nuestro lenguaje, no se puede vender, ni quitar y que continúa cantando.


[1] Las patas en las fuentes comienza a ser escrito en 1957, año en que se publica Al público en Ediciones Poesía Buenos Aires. En este período, desempleado tras la clausura que la dictadura ejecuta sobre diversos periódicos donde colabora -Crítica, Noticias Gráficas, Democracia-, Lamborghini se traslada con su familia a Llavallol y vive en la extrema pobreza. El volumen será editado recién en el año 1965 por la editorial Perspectivas con un prólogo de Juan José Sebreli. Se reeditará en 1966 y en 1968  por la Editorial Sudestada con un nuevo prólogo de Joaquín Gianuzzi, otro de Alfredo Andrés y cartas de Raúl Gustavo Aguirre y Leopoldo Marechal. La carta que Perón le enviara desde Madrid está fechada el día 15 de marzo de 1964.



LOS PERONISTAS TENEMOS UNA SOLA RESPONSABILIDAD, LUCHAR POR LA FELICIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACIÓN


Jorge Rachid
19/7/16





 1-      Desde que se perdieron/ perdimos las elecciones, los peronistas estamos en debate, pero también estamos en lucha, discutimos tanto las circunstancias que posibilitaron la reacción conservadora, como los caminos a transitar en la defensa de los derechos conquistados, en la organización necesaria para volver al poder. Somos capaces de estar en la calle junto al pueblo y al mismo tiempo, consolidando estrategias a futuro.
2-      El enemigo pretende actuar por líneas interiores nuestras, intenta que seamos cada día que seamos más Partido Justicialista y menos Movimiento Nacional y Popular. Separar kirchnerismo de peronismo es su obsesión, tanto como cooptar cuadros individuales para colocarlos en la órbita de la sumisión colonial que transita el gobierno neoliberal.
3-      Esto que es conocido por nosotros es un dato importante para cerrar filas, en la única forma que los peronistas conocemos: “unidad de concepción, unidad de acción”. Con la primera sola no alcanza ni con la segunda tampoco. La primera es ideologismo, la segunda voluntarismo. Juntas son la militancia necesaria para dar respuestas a las demandas de la hora, que es luchar con inteligencia contra el neoliberalismo.
4-      Poner el eje estratégicos en los temas internos, es un suicidio político, ya que es una desviación de los temas que afectan al pueblo argentino, es endogámico y lleva a la diáspora, estimulando el individualismo que ya en las 20 verdades figuran como ejes necesarios para el desarrollo de una estrategia de poder: “nadie se realiza en una comunidad que no se realiza”, “quien critica a un compañero deja de ser peronista”. Estos conceptos destinados a colocar prioridades en la lucha, definen el camino
5-      El movimiento obrero organizado lo entiende cabalmente, mas allá de diferencias internas, concepciones y miradas encontradas, suma a la unidad como elemento esencial de su lucha, que no puede estar ajena al modelo social y productivo del país, ya que si es sólo reivindicativa, es una política defensiva que lleva a ser acorralado por el enemigo.
6-      Así los Congresos de Huerta Grande del 57, La Falda del 62, la Proclama del 1° de Mayo de la CGT de los Argentinos y los 26 puntos de la CGT Brasil de Ubaldini, fueron propuestas de construcción de soberanía nacional y justicia social, exigiendo: nacionalización de la banca y el crédito, el comercio exterior, la reforma agraria, entre otras reivindicaciones destinadas a recuperar el país, como objetivo prioritario del movimiento nacional
7-      La política internacional no puede estar ajena al análisis cotidiano de los compañeros, debe ser el eje desde el cual analicemos los acontecimientos nacionales, en especial en ésta etapa, donde el enemigo pretende gestar un sistema de alianzas globales, contraria a los intereses estratégicos de la Argentina, cuya principal acción siempre debe ser destinada a fortalecer nuestra inserción en la Patria Grande. Desde el ABC de Perón, transitamos ese camino.
8-      El enemigo al incorporar a nuestro país en el marco del conflicto internacional en guerra, que hoy se desarrolla en el mundo, opera con enorme irresponsabilidad poniendo a los argentinos en zona de riesgos, en alianzas que en estos momentos están protagonizando hechos coloniales de sangre en diferentes lugares del mundo, desde un colonialismo económico y un militarismo  sanguinario.
9-      Los peronistas tenemos un camino a recorrer, lo hemos hecho desde 1955 que comenzamos a resistir, transitamos todas las etapas históricas de avances y repliegues, conservando intactas nuestras capacidades de acción, desde donde fueron surgiendo las conducciones capaces de llevar adelante la lucha. Nunca se recuperó el poder desde ámbitos cerrados, ni desde discusiones abstractas, ni ideologismos puristas, se lo hizo desde el convencimiento de la identificación del enemigo y avanzar sobre ese objetivo, sin pausa, sin dudas, sin claudicaciones.
10-  No es fácil incorporar estos conceptos después de décadas de cultura neoliberal, donde se plantean escenarios electorales del 2017, que pueden llegar a desarrollarse en un “no país”, en medio de conflictos sociales emergentes al cuadro de situación creado por la brutal e inhumana acción del enemigo. Pero debemos alertar a aquellos compañeros que creen que pueden construir un destino individual, un espacio de poder dentro del movimiento nacional, o que desechan los sistemas de alianzas frentistas que siempre construyó el peronismo. Sólo recorriendo el camino de la defensa de los derechos conquistados en las calles y consolidando organización a futuro, estaremos en condiciones de recuperar el poder, militando hacia fuera, con el pueblo único sujeto histórico.


domingo, 17 de julio de 2016

Las juventudes políticas: unidas o dominadas

Aritz Recalde, julio 2016
Revista triunfaremos Año 1°, N° 1

“El problema de la juventud, que encarna el futuro, está precisamente en la interpretación justa de la transformación, que le permita transitar por la historia con la clarividencia que estos momentos exigen a su acción (…) el problema que se plantea vuelve a lo mismo: la lucha de una minoría contumaz que quiere mantener sus privilegios, contra la mayoría popular que anhela los cambios indispensables a sus más apremiantes necesidades”. Juan Perón

Como postuló Juan Perón en el epígrafe, actualmente el gobierno nacional está en manos de representantes de pequeñas minorías ajenas al interés mayoritario de los trabajadores y de sus familias.

Los peronistas militamos por la grandeza nacional y por la felicidad del pueblo.
Para engrandecer a la patria, el Estado tiene que afianzar su poder nacional recuperando capacidad de decisión sobre la administración de nuestros recursos materiales y espirituales. CAMBIEMOS gobierna para enriquecer a las empresas de energía, cuando el peronismo lucha por conformar servicios públicos con interés social y colectivo. El Banco Central y el Ministerio de Economía de La Nación impulsan la mera especulación financiera y por el contrario, los peronistas trabajamos para que el ahorro nacional sea un instrumento de desarrollo industrial y productivo. CAMBIEMOS quiere una Argentina de especulación financiera, cuando nosotros consideramos que el país debe ser industrial y productivo y es por eso que impulsamos la protección arancelaria, defendemos el mercado de consumo popular y promovemos la ciencia y la tecnología nacional. Para el peronismo la propiedad privada tiene una función social y descreemos de la “teoría del derrame” que postula que los capitales extranjeros son el centro del modelo de desarrollo y que deben enriquecerse derrochando en el futuro supuesta prosperidad. Los peronistas estamos convencidos que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino, a diferencia de los liberales que consideran al “capital extranjero” como principio y fin de su política.

Los peronistas militamos por la felicidad del pueblo.
CAMBIEMOS impulsa la acumulación de dinero de los CEOS y de los financistas extranjeros y le requiere al pueblo todos los sacrificios resultantes de un modelo de recesión económica e inflación acelerada. Ningún pueblo es feliz si no puede pagar los servicios con la única finalidad de enriquecer a un grupo pequeño de empresas. Ninguna familia se desarrolla plenamente si no puede comprar pan, carne o leche con la única finalidad de exportarla o de que los intermediarios tengan ganancias en dólares. Ningún sostén de familia puede tener dignidad, si perdió su empleo frente a la quiebra de las PYMES que es el resultado de la apertura de importaciones y de la recesión económica inducida por el gobierno.

Nada nuevo bajo el sol
CAMBIEMOS quiere separarnos de Iberoamérica, para someternos a los planes de EUA, el FMI o la finanza internacional. El Papá Francisco denunció el sistema de injusticia internacional actual, por considerar que se desenvuelve en un estado latente de “tercera guerra mundial”. El brasileño Moniz Bandeira definió la actitud geopolítica norteamericana como parte de una nueva “guerra fría”. Tomando distancia de estos programas de política exterior, el peronismo se afirma como un Movimiento humanista, de paz, antiimperialista y de profunda vocación latinoamericana.
Este modelo político, económico, social y geopolítico no es nuevo. Se implementó desde el año 1955, en 1976 y desde 1989 a 2003. La decisión de Mauricio Macri de delegar la gestión de gobierno al capital trasnacional no es innovadora y ya lo había hecho Juan Carlos Onganía con Krieger Vasena o Carlos Menem que le otorgó la cartera económica a Bunge Born y luego a Domingo Felipe Cavallo y la finanza internacional.
Frente a esta dura realidad, el pueblo no se va a quedar de brazos cruzados ya que y como dijo Perón “los pueblos que no se deciden a luchar por su liberación merecen la esclavitud”. Durante estos seis primeros meses se produjeron multitudinarias movilizaciones sindicales, políticas, contra el tarifazo o estudiantiles, en toda la República Argentina.
En este contexto, adquiere suma trascendencia histórica la necesidad de consolidar la unidad de todas las organizaciones libres del pueblo, sin sectarismos o exclusiones. El Partido Justicialista, herramienta electoral y estructura política fundamental del Movimiento, dio sus primeros pasos hacia la reunificación. La Confederación General del Trabajo marcha hacia una unificación política de los trabajadores, que son el pilar del justicialismo. Otras miles de organizaciones libres del pueblo atraviesan una etapa de debate y reorganización.

¿Qué está haciendo la juventud?.
Juan Perón en su libro “La Hora de los Pueblos” enumeró algunos de los “deberes de la juventud”. El líder justicialista manifestó que los jóvenes tienen la responsabilidad de intervenir activamente en la liberación, potenciando su práctica con el idealismo y el entusiasmo que profesan.
Perón convocó a potenciar la “rebelión positiva”, tomando distancia de las desviaciones o sectarismos que puedan dividir al Movimiento Nacional, al cual la juventud se integra con humildad y con vocación de servicio. Sería un error suponer que los jóvenes deben mandar o imponer sino que y por el contrario, se suman a un Movimiento Nacional amplio y diverso y no se trata de “tirar todos los días un viejo por la ventana para ocupar un puesto, sino de entrar y colaborar humildemente para aprender y para evidenciar, probando, si se tiene la capacidad que se presupone”.
Perón destacó que los jóvenes deben intervenir “activamente en la solución de los problemas que el mundo actual plantea” y para eso tienen que unirse ya que y como mencionó el líder “hemos tropezado con una juventud peronista dividida en pequeños sectores, dominados por caudillitos, con sus valores que no discutimos, pero que resultan negativos para la unidad que necesitamos”.

La tarea política actual de la juventud implica construir la unidad sincera y efectiva, sin banderías inútiles y con la finalidad manifiesta de estar dispuestos a trabajar y a sacrificarse por los intereses del pueblo y de la nación. Debe quedar claro que el año 2019 nos encontrará unidos o dominados.
Los jóvenes, como parte del Movimiento, tienen la responsabilidad de implementar una oposición activa al liberalismo en el gobierno. El paso siguiente será la recuperación del Estado para ponerlo al servicio del pueblo y de la reconstrucción nacional.

martes, 12 de julio de 2016

Revista Comunidad y Desarrollo


América Latina: ¿Fin del ciclo progresista?

El sueño del “fin de ciclo” progresista en América Latina estaría más cerca de concretarse si se consolidara el gobierno “parlamentario” en Brasil, y si en Venezuela la oposición lograra una revocación del mandato de Nicolás Maduro. El gobierno argentino ya está en manos de la derecha más despiadada que haya gobernado el país desde la restauración democrática, y el panorama regional es más complicado para los sobrevivientes de la ola popular de la década pasada, entre ellos Evo Morales, quien perdió una elección que le hubiera permitido presentarse para cumplir un nuevo mandato al frente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Frente a este panorama regional, el número 31 de la revista Comunidad y Desarrollo se propone como un espacio de debate de las fuerzas políticas populares en función de analizar los logros y errores de la última década, además de proponer formas de resistencia a los actuales gobiernos conservadores y a los que proponen desalojar del poder a los presidentes progresistas aún en funciones. Todo con la perspectiva de revertir el actual proceso de restauración neoliberal, de gravosas consecuencias sobre la paz social de nuestro continente.
En el artículo central de la revista, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, destaca los logros de la “década dorada” latinoamericana y señala sus errores y falencias para no repetirlos en la “segunda oleada” que sobrevendría tras un nuevo fracaso de los gobiernos conservadores.
Según García Linera: “América Latina, desde los años 2000, ha vivido los momentos de mayor autonomía, de mayor soberanía, desde la fundación de los Estados en el siglo XIX”.
“Es importante que evaluemos qué cosas no hemos hecho bien, donde hemos tenido tropiezo que han permitido o podrían permitir que la derecha retome el poder”.
 “Si la ampliación de consumo no viene acompañada de politización social, habremos creado una nueva clase media, con su capacidad de consumo, con su capacidad de satisfacción, pero portadora del mismo sentido común conservador”
“Es importante que así como damos ejemplo de restituir la res-pública, los recursos públicos, como recursos de todos, en lo personal, nunca abandonemos la humildad, la sencillez, la austeridad y la transparencia”
Por su parte, el sociólogo y politólogo brasileño Emir Sader afirma que el gobierno provisional de Michel Temer representa una restauración de la derecha, no un “fin de ciclo” del PT, favorito para ganar los comicios si Lula fuera candidato.
“No es un fin de ciclo. El ′fin de ciclo′ fue el fin de ciclo desarrollista, que se agotó y no lo superó la derecha. El nuevo gobierno no es superación sino restauración. El dilema fundamental de nuestro tiempo es neoliberalismo y anti-neoliberalismo. La disputa de Brasil es importante porque está abierta y por eso es fundamental para el futuro del continente”.
El argentino Eduardo Sigal, ex Subsecretario de Mercosur la Cancillería y director de nuestra revista, afirma: “A 25 años de la creación del Mercosur, se platea un debate de fondo: dejamos que el mercado ordene las relaciones económicas internacionales, o tenemos un Estado presente para ordenar los desfasajes que el mercado produce".
"En definitiva, dejamos que se asfixie el Mercosur o construimos una política que permita consolidar el mercado ampliado, complemente nuestros procesos productivos, nos integre científica y productivamente, genere mayor vinculo y coordinación macro económica y cultural; y facilite y fomente una identidad cultural; o retrocederemos a épocas del sálvese quien pueda con un tendal de victimas enorme”.
 A su vez, Arnaldo Bocco, ex director del Banco Central de Argentina, afirma que “el acuerdo firmado por el gobierno argentino con Estados Unidos significa entregarle el país a los mercados”.
 Según el economista, “el gobierno le da centralidad al sector financiero, asegura nichos de negocios a Estados Unidos y abandona el modelo de desarrollo autosustentado”, con lo cual “están dadas las bases filosóficas, institucionales y jurídicas para la vuelta al Alca”.



Carta del Papa Francisco celebrando el Bicentenario de la Independencia‏

Ciudad del Vaticano, 8 de julio de 2016.
S.E.R. Mons. José María Arancedo
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Buenos Aires

Querido hermano: En vísperas de la celebración del bicentenario de la lndependencia quiero hacer llegar un cordial saludo, a vos, a los hermanos Obispos, a las Autoridades nacionales y a todo el Pueblo argentino. Deseo que esta celebración nos haga más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya doscientos años. Con tales augurios expreso a todos los argentinos mi cercanía y la seguridad de mi oración.
De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria.
Sí, hijos de la Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria. Aquí precisamente se enraíza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: "éste es capaz hasta de vender a la madre"; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria.
Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martin y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones.
Con estos doscientos años de respaldo se nos pide seguir caminando, mirar hacia adelante. Para lograrlo pienso -de manera especial- en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino. A los ancianos, los "memoriosos" de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta "cultura del descarte" que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños, fuente de inspiración. A los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo. Estoy convencido de que nuestra Patria necesita hacer viva la profecía de Joel (cf. Jl 4, 1). Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía.

Querido hermano pido a Dios, nuestro Padre y Señor, que bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros; y a la Virgen de Lujan que, como madre, nos cuide en nuestro camino. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.


Fraternalmente Francisco

lunes, 11 de julio de 2016

La entrevista telefónica a Cristina Fernández de Kircher


Julio Fernandez Baraibar

La verdadera colaboración no es alabar siempre, sino señalar los errores, hablando un lenguaje claro de realidad, de verdad y de amistad. El verdadero amigo es el que aconseja, y si es el enemigo el que habla, es mejor que esté cerca.
Conducción Política, Juan Domingo Perón


El reportaje telefónico a Cristina Fernández de Kirchner en el principal programa televisivo opositor, conducido por el periodista Roberto Navarro, obviamente generó una gran expectativa, ya que por primera vez, desde el 10 de diciembre del año pasado, la ex presidenta era entrevistada por un medio.

Por las mismas horas se daban a conocer algunas cifras sobre el crecimiento de la pobreza en el país que hielan la sangre, habida cuenta del ambicioso objetivo de Pobreza Cero con que el candidato Mauricio Macri se pavoneó en su campaña electoral.
En el informe brindado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) junto al Instituto de Economía Popular (INDEP) se vio que la pobreza para el Gran Buenos Aires subió, a partir de fines del año pasado, del 24,4% al 31,42% en marzo (un 7%) y, luego, al 33,25% (casi un 10%). Esto, según los investigadores Hernán Letcher y Eva Sacco, significa, sólo en el área metropolitana, una crecimiento de 1,7 millones de pobres.
 Para el instituto Gino Germani, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, la pobreza en el Gran Buenos Aires subió del 22% al 35,5% (la indigencia pasó de 5,9% al 7,7%). El porcentaje de pobres pasó de 23,8% al 38,2% en el conurbano (indigencia del 6,8% al 9%), mientras que subió del 12,6% al 21,8% en la Capital Federal, con un incremento de la indigencia del 1,1% al 1,4 por ciento.
 Estos guarismos, de medirse en todo el país, significarían que desde que asumió Mauricio Macri en la Rosada habrían entre 4,5 y 5 millones nuevos de pobres, según estimó el investigador del Instituto Gino Germani, Eduardo Chavez Molina.
 También la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que la misma está cercana al 35%, en estos días. Según esta investigación, entre noviembre y marzo se habían creado 1,4 millones de pobres. El investigador Agustín Salvia, responsable de esa encuesta, explicó que el tarifazo tuvo un impacto importante en los deciles de la población con menores ingresos (1).
 De manera que las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner se han dado en un momento de agudización extrema de las demandas sociales, en el inicio de un duro invierno anticipado por un frío otoño y en el marco de un desabastecimiento general de gas, cuyo precio para los usuarios domiciliarios se ha convertido en cifras que implican hasta la mitad del salario. El grueso de la clase media asalariada o con ingresos fijos, la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de la sociedad -desocupados, semiempleados, trabajadores en negro- están sufriendo día a día una brutal disminución de su capacidad de compra y una exacción de sus ingresos a favor de los sectores concentrados de la economía y, sobre todo, del sector financiero. Como lo denuncia la Declaración de Formosa:
 “La derecha pretende imponer un modelo de Estado mínimo, un gobierno de ricos y gerentes de grandes multinacionales. Su objetivo es desmantelar el conjunto de progresos laborales y sociales y los derechos conquistados durante los últimos años”.

A su vez, los bloques parlamentarios del otrora Frente para Victoria se han ido desgajando al vaivén de distintos intereses, legítimos e ilegítimos, justos e injustos, mientras que la presión del gobierno nacional sobre los requerimientos presupuestarios de los gobiernos provinciales ha tenido su efecto en las votaciones del Congreso. Hemos sostenido en otra parte:
 “'Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío, / Sus alas de gigante le impiden caminar'.
El peronismo, en el poder, se asemeja, en su autonomía, en su agilidad de movimientos, en su grandeza, a ese albatros que cruza los mares del Sur. Pero alejado del poder, “sus alas de gigante le impiden caminar”. Le cuesta recomponer sus amplias alas, trastabilla con la inmensidad de su cuerpo y se le hace difícil volver a remontar el vuelo” (2).

A excepción de esa Declaración de Formosa, llevada a cabo a instancias del presidente del Congreso del Partido Justicialista, Gildo Insfrán, no ha habido otras manifestaciones orgánicas del movimiento que, a través de Néstor y Cristina, ejerció el poder desde el 2003 hasta el año pasado. El establecimiento de una clara y definida política opositora dispuesta a reconquistar el poder del Estado para la realización de sus grandes banderas no alcanza a manifestarse, mientras desde el movimiento obrero se realizan permanentes esfuerzos en aras de una unificación de la CGT bajo un programa y una conducción capaz de resistir el embate del neoliberalismo financiero. En este último sentido son alentadoras las palabras del dirigente Horacio Ghillini, del SADOP, quien en un sustancioso reportaje acaba de manifestar (3):
 “Queremos que el programa de la CGT sea en un con presencia federal, movilizado. Que no tenga ambigüedades con respecto a este proyecto político. Una cosa es tener respeto democrático por el gobierno y otra es estar de su lado. Este es un gobierno contrario a los trabajadores. Queremos confrontar su modelo económico”.

Los dichos de la ex presidenta dieron lugar a una gran producción de interpretaciones, elogios y críticas. No podía ser para menos. Un importante sector de la sociedad ha depositado sus expectativas y esperanzas en las palabras o los gestos que puedan venir de la ex presidenta para dar respuestas políticas al gran desafío que la derrota del año pasado ha impuesto sobre el peronismo y, en general, sobre todo el movimiento nacional y popular. Estas líneas no intentan más que sumarse a ese necesario debate.

La entrevista
La primera sorpresa fue que la entrevista se hiciera por teléfono. Alguien dijo alguna vez, en tono humorístico y paradojal, que, de haberse inventado la radio después de la televisión, los oyentes la hubieran elogiado diciendo que era como la televisión pero mejor, ya que no había necesidad de mirar la imagen. No soy un especialista en comunicación, pero fue evidente para el más desprevenido que el recurso típicamente radial de una comunicación telefónica enfrió la expectativa de la entrevista. En una época en que, con un teléfono y una aplicación podemos conversar, con imagen y sonido, con un amigo en Estocolmo, la decisión de no poner su imagen en vivo no pudo ser sino producto de una decisión de política comunicacional. Y el resultado fue una sensación de distancia y lejanía. Si a eso se le agrega el comentario de la ex presidenta acerca de que recién entraba en su casa, el efecto de sentido fue el de un encuentro casual, casi inesperado.

Cristina, a lo largo de la conversación, dejó en claro, fundamentalmente, que no pretende conducir a la oposición y, mucho menos, al peronismo. Dejó en manos de la representación parlamentaria esa función que queda así sin una dirección política que la vertebre. Reivindicó con justo derecho las políticas de su gobierno y dejó en clara su opinión sobre la naturaleza liquidacionista, clasista y antinacional del gobierno del presidente Macri, aún cuando señaló que deseaba su éxito. Este quizás haya sido una de sus afirmaciones más desconcertantes dado que el éxito del gobierno macrista consiste en la implementación, desarrollo y profundización de esas políticas.
 Puso énfasis en dos o tres cosas: por un lado, una correcta visión alejada de cualquier tipo de vanguardia iluminada, que es algo muy distinto a una conducción política de un amplio espacio; puntualizó que son necesarias ideas, más que hombres, para enfrentar al gobierno; y, por último, su confianza en lo que llama “empoderamiento” de la gente.
 Este concepto, de frecuente aparición en el discurso de Cristina, ha tenido su origen en la sociología norteamericana (enpowerment) y encierra un sentido más psicologista que político y social. Un proceso de empoderamiento reemplazaría así “un sistema piramidal tradicional por otro más horizontal en donde la participación de todos y cada uno de los individuos formen parte activa del control del mismo con el fin de fomentar la riqueza y el potencial del capital humano lo que se reflejará no sólo en el individuo sino también en la propia organización” (4). En los discursos de Cristina el concepto parecería más bien a apuntar a una cesión de poder, por parte del Estado, en los ciudadanos y ciudadanas para que tengan la capacidad, la decisión y el coraje de enfrentar las decisiones injustas o contrarias a sus intereses. La ausencia de una mediación organizativa, capaz de luchar por la conquista del poder político del Estado, corre el riesgo de convertir el empoderamiento en una apelación a los derechos y garantías de los ciudadanos, propio de todas las constituciones liberales.
 Uno de los momentos en los que más ruido me hizo el mensaje de la ex presidenta fue su negativa a responder a la pregunta del periodista acerca del estado de desamparo -creo que usó esa palabra- en que se encuentra parte de la opinión pública que ha confiado en su liderazgo. Fue evidente que no quiso contestar a ello y en su lugar se extendió en un minucioso relato sobre las cañerías de la calefacción en Santa Cruz, que en el crudo invierno patagónico quedan congeladas y revientan de no tener el calor necesario. Fue también, ahí, donde la expresidenta mencionó por única vez un acuerdo previo y repitió varias veces la expresión inglesa “no more”.
 En suma, Cristina Fernández de Kirchner ha vuelto a Buenos Aires. La pertinaz persecución judicial a la que la somete la dictadura judicial y mediática requiere de su paciencia y capacidad de respuesta. Es evidente y obvio que esta es su primera preocupación. Pero también quedó evidenciado que no está en sus objetivos inmediatos encabezar una oposición política amplia y mayoritaria al gobierno de los CEOs y el imperialismo.
 Es obvio que no se esperaba de la expresidenta un discurso incendiario o un llamado a la rebelión. No hay antecedentes en la conducta pública de Cristina para pensar algo así. Lo que quizás se esperaba eran ciertas señales hacia el movimiento peronista que fue la base de apoyo del presidente Néstor Kirchner y la llevó al poder en dos oportunidades con el voto mayoritario. Una gira por provincias, insinuado en las redes y en portales noticiosos, podría satisfacer esas expectativas. Una reunión con el ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y actual presidente del PJ nacional, una serie de entrevistas que cubra el espinel político del peronismo en su amplia expresión -gobernadores, intendentes, senadores y diputados- así como con dirigentes gremiales y de los sectores que apoyaron a sus gobiernos harían manifiesta la voluntad de Cristina de acaudillar, en las nuevas condiciones, el gran frente opositor.
 Poseedora hasta hoy de un gran caudal electoral en cualquiera de los escenarios en que intente presentarse, su aparición del domingo no dejó traslucir más que la idea de que con sus dos gobiernos cumplió más que ampliamente con la voluntad popular y las grandes tareas de la Patria. Algo que la Historia y sus contemporáneos no dejaremos de agradecer y recordar con emoción.
 Algunos amigos me preguntaban si valía la pena plantear estas cuestiones, habida cuenta que tampoco el peronismo ha resuelto o está en vías de resolver su problema de conducción. Otros me decían si no era preferible que la realidad hiciera evidente estas tendencias aquí señaladas, ya que estas reflexiones solo generarían respuestas iracundas y apasionadas de fervor. No tengo resuelto el dilema. Pero mi formación y tradición políticas me indican que, para citar a Joan Manuel Serrat, “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Hacer frente a una situación, ayudar a que con el conjunto reflexionemos sobre la real situación estoy convencido que ayuda a encontrar, entre todos, respuesta a los desafíos a los que estamos enfrentados.

A todo esto, una patota fascista empastelaba la redacción del periódico Tiempo Argentino, golpeando a sus trabajadores, y otra atacó la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, donde Cristina se había reunido con los curas de la opción por los pobres.
Y al día siguiente, 4 de julio, el presidente Macri se fotografiaba con una escarapela de los EE.UU.

Hacemos propias, para enfrentar este desafío, las palabras que cierran la Declaración de Formosa:
 “En definitiva, los argentinos nos encontramos hoy ante la misma encrucijada histórica que enfrentaron los patriotas de 1816: Patria o colonia. Ante este dilema, no dudamos que las banderas históricas del peronismo, enriquecidas con los aportes expresados en este documento y los que realicen todos los sectores del campo nacional y popular, constituyen el faro que nos ha de guiar hacia la efectiva emancipación nuestro pueblo en el Bicentenario de la Independencia”.

4 Blanchard, K., Carlos, J. & Randolph, A. (1997). Empowerment: 3 Claves para lograr que el proceso de facultar a los empleados funcione en su empresa. Bogotá: Norma S.A.


Extraído de:  http://fernandezbaraibar.blogspot.com.ar/2016/07/la-entrevista-telefonica-cristina.html


domingo, 10 de julio de 2016

Mauricio Macri y la soberanía nacional. La Argentina en el Bicentenario.

Mauricio Macri y la soberanía nacional. La Argentina en el Bicentenario.
Por Juan Godoy (Sociólogo –UBA)
“Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: "éste es capaz hasta de vender a la madre"; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria. Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martin y Bolívar Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones”. (Carta de Papa Francisco por el Bicentenario)

En la Declaración de la Independencia de España que, vale la aclaración, no hace referencia a la Argentina sino a las Provincias en Sudamérica, lo que marca su impronta ligada a la Patria Grande, se indica que nuestro territorio también es libre de “toda dominación extranjera”. Lamentablemente eso no fue lo que terminó primando, pues el fracaso del Proyecto de la Patria Grande que le permitiera a nuestra región encarar un modelo de desarrollo con justicia social, tuvo como corolario la aparición de una veintena de países que emergen como países dependientes de alguna potencia en nuestro caso claramente Gran Bretaña.
  Ahora esa dominación no es directa sino más bien indirecta, vía la “ocupación” de la estructura económica de modo de expoliar las riquezas y paralizar el desarrollo nacional contrario a los intereses de Gran Bretaña. Raúl Scalabrini Ortiz habla de los dos tipos de políticas que aplican los británicos con nuestro país: una directa y otra indirecta. La primera refiere al conjunto de declaraciones, manifestaciones, documentos (públicos), etc., que indican la cooperación conjunta de ambos países para el bienestar general del pueblo argentino y su nación soberana. Una ficción. Mientras la segunda, lo que se esconde detrás del velo, es la política que pretende a través de la penetración económica dominar nuestro país manteniéndolo en el primitivismo agropecuario. América del Sur como la Granja abastecedora del desarrollo industrial de las potencias, y en ese marco la Argentina productora de materias primas, y consumidora del excedente de la producción británica que arruina la propia.
  Esa política, con sus “idas y vueltas” fue la que se aplicó en nuestro país (con excepciones claro como por ejemplo el caso de Juan Manuel de Rosas), hasta octubre del 45 cuando el subsuelo de la Patria se subleva y emerge el segundo movimiento nacional del siglo XX: el peronismo. Perón sigue la máxima de la Declaración de nuestra independencia, esa idea que enunciamos al principio “libre de toda dominación extranjera”, y procura que nuestro país avance en una “nueva emancipación” a partir de la nacionalización de la estructura productiva, y el impulso del desarrollo industrial a partir de la captación de la Renta Agraria Diferencial que antes solo disfrutaba la oligarquía en viajes, lujos  y placeres. En fin el desarrollo de una Revolución Nacional. La Argentina comienza a dejar atrás la dominación semi-colonial de parte de Gran Bretaña, y se ponía en guardia rechazando la Norteamericana, por ejemplo negándose a ingresar al Banco Mundial y FMI.
  Como sabemos, esa Revolución Nacional queda inconclusa, bombardeos de la población civil mediantes, con el golpe de septiembre del 55. Allí comienza la Argentina a vertebrar su camino a la dominación semi-colonial, ahora principalmente por parte de los Estados Unidos, así salvo el interregno de la vuelta de Perón, su continuación con el proceso de emancipación nacional, y el último periodo de gobiernos nacionales-populares que se corre en cierta medida de la égida del imperialismo (el rechazo al ALCA es la manifestación más clara y contundente), fue ese el camino que siguió nuestro país profundizado a partir de la última dictadura cívico-militar genocida, y el modelo neoliberal de los años 90.
  Los argentinos entonces podemos decir vivimos una ficción, la que somos un país plenamente independiente cuando la realidad es la contraria. Gran parte de nuestra riqueza, dada la estructura económica dependiente (sobre la que hace al menos 40 años poco se ha avanzado en el sentido del rompimiento), drena al extranjero. Un país rico en que gran parte de su población vive en la miseria, y presenta un aparato productivo atrasado. Asimismo, gran parte también de las decisiones se toman fuera de nuestras fronteras, y/o dentro de las mismas pero no según el interés nacional, sino más bien el de las potencias que nos dominan. Jauretche remarca la idea que sobre la estructura dependiente se monta una superestructura cultural de colonización pedagógica que procura hacer invisible esta situación semi-colonial.
  De diciembre pasado a esta parte, el “cambio” viene profundizando a paso acelerado esta dependencia. Retrotraer la Argentina a (al menos), 1910 parece ser el proyecto que ganó las últimas elecciones por escaso margen. Sin que el último proyecto nacional-popular haya emprendido una revolución, la oligarquía sí está llevando a cabo una contrarrevolución con un revanchismo de clase muy fuerte. Vale la aclaración en este punto sobre la no “alternancia democrática” entre dos proyectos nacionales en los países semi-coloniales como el nuestro, pues no existen dos proyectos nacionales, sino uno nacional y otro colonial. En nuestros países, con una cuestión nacional a resolver, tenemos claramente un sector político que “juega” para el interés extranjero.
El gobierno de la Alianza Cambiemos es la manifestación más clara y descarada de esa realidad. Basta ver los ministerios ocupados directamente por los gerentes de las empresas imperialistas que la única intención que abrigan es saquear la riqueza que generamos diariamente los que habitamos el territorio patrio. Nos interesa aquí recorrer algunas de las ideas del actual Presidente y del gobierno en relación a nuestra independencia y dependencia como demostración de lo enunciado.
El desparpajo del Presidente, y el desconocimiento de nuestra historia se manifiesta al recordar que siendo Jefe de Gobierno en conmemoración del 9 de julio, arrancó la respuesta a un periodista diciendo: “siendo el día de la bandera…”. Pero uno podría decir que fue una equivocación, y que era temprano, así que indaguemos un “poco más” en su relación con la soberanía nacional.
En un reportaje reciente con el Diario de los Mitre en su último viaje a Europa se explayó sobre la cuestión del desarrollo, y la relación con los países centrales: “El planteo claramente es: ellos tienen serias ventajas en todo lo que es el aparato industrial, fabricación de bienes y servicios. Nosotros tenemos ventajas en el sector agrícola (…) Eso es lo que naturalmente cada región tiene como fortaleza, después en cada lugar se ve sector por sector. En líneas generales es lo que se ve como ventaja comparativa de una región y la otra”. Es decir, claramente la “vieja teoría” de las ventajas comparativas que estalló en mil pedazos con la crisis del 30, y que ningún economista de línea nacional de un país dependiente puede tomar en cuenta.
Es más ya la había enjuiciado y desestimado Carlos Pellegrini en el contexto de la crisis internacional y de los posteriores debates parlamentarios por los aranceles aduaneros en 1876 durante el gobierno de Avellaneda: “El libre cambio mata a la industria naciente. Los que han defendido ciegamente teorías sostenidas en otras partes no se han apercibido que apoyaban intereses contrarios a los suyos. Cuando esta cuestión se discutía en el Parlamento inglés, uno de los ilustrados defensores del libre cambio decía que él quería hacer de la Inglaterra la fábrica del mundo y de la América, la granja de la Inglaterra. Y decía una gran verdad, que en gran parte se ha realizado porque en efecto nosotros somos y seremos por mucho tiempo, si no ponemos remedio al mal, la granja de las grandes naciones manufactureras (...) Yo pregunto, Sr. Presidente, ¿qué produce hoy la provincia de Buenos Aires, la primera provincia de la República? Triste es decirlo. Sólo produce pasto y toda su riqueza está pendiente de las nubes. El año que ellas nieguen riego a nuestros campos, toda nuestra riqueza habrá desaparecido. Es necesario que en la República se trabaje y se produzca algo más que pasto".
A esto se le suma un modelo claramente delineado sobre la valorización financiera y el híper-endeudamiento. Se calcula en estos seis meses unos 30 mil millones de dólares se ha incrementado la deuda a partir del pacto de  sumisión con los “fondos buitres”. En ese sentido también se expresó la vicepresidenta: “Vamos hacia un país agroexportador y de servicios, basta de industria”. Recordemos la sentencia de Hernández Arregui: “o nación o factoría”.
El giro en la política internacional que procura la incorporación de nuestro país a la Alianza del Pacífico, que implica desenterrar al ALCA que se creía enterrado en las costas de Mar del Plata, una alternativa de libre comercio, la adopción de las políticas neoliberales diseñadas en el Norte, el deterioro de la soberanía nacional, y un retroceso significativo de las condiciones de vida de nuestro pueblo. Sumado a esto la regresión de los gobiernos en mayor o menor medida nacional-populares en América Latina y la posibilidad concreta de la instalación de dos bases norteamericanas en nuestro territorio (Misiones y Tierra del Fuego), muestran a las claras que el “fantasma de Kissinger” merodea por nuestro continente y está ávido de enterrar por muchos años la posibilidad de un proyecto nacional y popular.
Si hay una causa nacional que cala hondo en el sentimiento del pueblo argentino, el 82 es una manifestación de ese sentimiento más allá de los “desmalvinizadores”, es la causa por la soberanía en nuestras Islas Malvinas. Al mismo tiempo es demostración de la ocupación colonial directa por parte de Gran Bretaña, y cómo los reductos oligárquicos no comparten esa identidad nacional, sino que como enseñó Hernández Arregui la identidad de la oligarquía es la del imperialismo que justamente disuelve la comunidad nacional, es decir es diametralmente opuesta. La oligarquía siempre se mira, a partir del esquema civilización y barbarie en el espejo del colonizador, añora ser europea, británica o norteamericana.  Es por ello que se entiende que el actual representante de los intereses foráneos a cargo de la Presidencia haya manifestado, de vacaciones (situación en la que suele estar seguido) en Punta del Este, con respecto a las Malvinas: “la verdad es que los temas de las soberanías con un país tan grande como el que tenemos nunca los entiendo mucho. Nosotros no tenemos un problema como los israelíes, que tienen problema de espacio. Acá lo nuestro es casi un amor propio. Es más, creo que las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina. Tengo entendido que al Tesoro de Inglaterra le cuesta bastante plata por año”. El “mal que aqueja a la Argentina es la extensión” había dicho el “Padre del Aula” para procurar hacer “Europa en América”.
Más claramente aparece nuestra situación semi-colonial, cuando el “viejo país”, ese pasado que vuelve festeja en la Embajada Norteamericana la independencia del país del norte que cumplió con la advertencia de Bolívar y plagó de miseria a Nuestra América. Prácticamente una reunión de Gabinete ampliada a los miembros de las corporaciones mediáticas y la justicia. Casi el “blanqueo” del entramado de alianzas que nos gobierna hoy (quizás, no sabemos si estaban, faltaban los servicios de inteligencia)
Conmemorar hoy el 9 de julio entendemos significa recordar a los hombre y mujeres que dieron su vida a lo largo de estos doscientos años para que seamos un país plenamente soberano, libre de toda dominación extranjera adopte la forma que adopte. Al tiempo que tener presente que estos procesos de emancipación fueron continentales, de la Patria Grande, y por la justicia social. La política de estos patriotas es una impugnación al proyecto de sumisión neocolonial de Cambiemos. Por eso, este acto de rememoración no debe quedarse en el inmovilismo, sino debe movilizar los espíritus. Como decía el “Pepe” Rosa poner las pasiones del pasado al servicio de las presentes. Reconstruir el Frente Nacional de liberación contra la política oligárquica-imperialista es imperativo. La historia es rectora y sirve en tanto nos pueda orientar en la conformación de una política nacional. En este sentido Ernesto Palacio sentencia: “la historia ha de ser viviente, estimulante, ejemplificadora, o no servirá para nada”, y en todos los rincones de la Patria empieza a emerger el grito que corroe los cimientos de la dependencia: “PATRIA SÍ, COLONIA NO”.
 
 
 


MARIOTTO: “No hicimos efectiva la Ley de Medios. Vamos a concretar lo que faltó realizar”


Gabriel Mariotto brindó una larga entrevista a La Señal Medios.

En diálogo con Gabriel Fernandez, el referente de MILES expresó “que aún en ausencia, Cristina tiene presencia. Es omnipotente en la vida de quienes somos peronistas y estamos de acuerdo con la dirección del gobierno de Néstor y Cristina“. También hizo hincapié en el regreso de la ex presidenta: “Lo hace en un contexto de gran malestar social. Los poderes fácticos podrán poner el acento en aspectos de corrupción como el caso López. Podrán desviar la atención un rato. Pero no pueden tapar el sol con las manos. Acá hubo un aumento de tarifas producto de haber quitado retenciones a los alimentos. La mesa familiar se fue por las nubes. Existe una brutal devaluación. Las importaciones amenazan los puestos de trabajo y el tarifazo es inhumano. En ese contexto vuelve Cristina”.

Mariotto tuvo palabras de elogio para Luis D´Elía, Fernando Esteche y Amado Boudou: “Somos los patitos feos. En este espacio también están Fernando Vaca Narvaja, Osvaldo Papaleo, Walter Formento, Juan José Hernández Arregui, Graciana Peñafort o Néstor Segovia, entre tantos otros cuadros políticos. Amado Boudou es hostigado por recuperar los fondos de las AFJP. Quién cometió tamaña osadía tiene la cabeza en la pica. No me molesta estar junto a compañeros que los medios hablan tan mal”; y agregó: “No me molesta estar con compañeros demonizados por los medios. Somos peronistas y no pedimos permiso. No somos los únicos en condiciones de hacer aportes y queremos recuperar el gobierno para darle al país las cosas que no se hicieron. Porque ponemos como bandera lo que no hicimos”.

“La Campora es una organización importante, pero el frente nacional popular es mucho más grande. Son importantes los trabajadores, los partidos políticos y las organizaciones sociales. No nos olvidemos que en Provincia de Buenos Aires, la lista la armó José Ottavis”; declaró el ex vice gobernador bonaerense.

Gabriel Mariotto dio cuenta de la conformación de MILES y su correlato político: “Nacimos como partido con vocación frentista. En ese frente, tenemos un sólo límite que son quienes votaron por los Buitres. Si un compañero del Frente Renovador que votó contra los buitres, es bienvenido. Tenemos coincidencias mas allá de las diferencias. Por eso me siento más cerca de Facundo Moyano que de Bossio-Urtubey”; y agregó: “Desde MILES planteamos la nacionalización del comercio exterior porque pulseamos contra los sectores concentrados del campo pero no nacionalizamos el comercio exterior ni los puertos. Tampoco tenemos una flota de bandera para llevar adelante las exportaciones, ni hemos cambiado la matriz energética y del transporte. Tampoco hicimos efectiva la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”.

Los errores de la Ley de Medios. Quien fuera titular del AFSCA dijo “hacerse cargo de lo que no hicimos durante nuestro gobierno. Llamamos a concurso para 220 licencias televisivas y de un día para otro se suspendieron los concursos. Una vez aceptada la ley por la Corte Suprema comenzaron los planes de adecuación. Fue el momento en el cual se dijo que Telefé no pertenecía a Telefónica y con esa misma vara se quiso adecuar a Clarín. Imposible negar. Primero hay que adecuar al grande. No se puede decir que Telefé no era de Telefónica. Hay que marcar los errores para no volver a cometerlos”.

“Suspender los 220 concursos fue un grave error. En nuestro pais, desde 1958, hubo 29 concursos de canales privados que siempre fueron renovados sin llamar nuevamente a concurso. Conseguimos espectro en bandas de televisión digital. Había 16 frecuencias en Capital cuando en verdad eran dos o tres, más alguna en Mendoza, San Juan y Tucumán. Se llamó a 220 para ver si se podía colar alguna y sustanciar el proceso de democratización de las televisiones. Suspendiendo el concurso se abortó la posibilidad de entrega de nuevas licencias. Fue un error nuestro. Se hizo mal el plan de adecuación ya que no se comenzó por Clarín, y, reitero, el de Telefé fue grosero. Son errores que no debemos volver a cometer”, dijo Mariotto.

Un tema sensible es la Causa Fútbol para Todos. Consultado por Carlos Aira sobre su situación judicial, Mariotto expresó: “La causa involucra a los dos coordinadores, del cual yo fui el primero (Pablo Paladino lo sucedió), y a los tres jefes de gabinete (Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich). Se nos acusa de un montón de delitos infernales: créditos que AFA obtuvo con distintos bancos, cambio de cheques en cuevas, convenios con mutuales de ex futbolístas. Como si el rol del estado hubiera estado en administrar los recursos de los derechos que compraba. No era un subsidio sino un contrato. Nosotros no tenemos que auditar a AFA por el dinero de FPT. Se involucró al estado y nosotros como funcionarios cometimos el supuesto delito de aceptar compartir con AFA el nombre del auspicio del torneo. Nombre que jamás estuvo cedido, al igual que la publicidad estática. Nosotros compartimos el derecho con AFA ya que habían conseguido el auspicio de Iveco, que pagaba nueve millones, la mitad en especias. Yo recomendé que el estado aceptara los camiones y AFA se quedara con el efectivo. 5 millones en camiones y 4 en efectivo. La jueza Servini de Cubría dice que yo recomendé que el estado pierda cuatro millones, cuando yo recomendé que ganara cinco. Como recuperamos cuatro de la estática que estaba en manos de AFA, ya que una cosa es la publicidad por televisión, sino tan sólo la ven quienes están en las tribunas. Estoy honroso de mi labor en FPT”.


También dio cuenta del futuro del fútbol: “vamos camino a la Super Liga, que dejará dos grandes con privilegios y al resto en una situación de emergencia. Será el antecedente primario de la intención final de Mauricio Macri: la privatización de los clubes. También están en juego los derechos de televisión. Aun no se animan a quitarnos el fútbol, porque cuando el campeonato de primera división se vea nuevamente codificado, el pueblo pondrá el grito en el cielo. Cuando ejercemos los derechos no volvemos para atrás. ¿Que empresa comprará los derechos desde 2019 cuando saben que ganará el peronismo y certificará ese derecho?”.

Los partidos políticos a 122 años

        Alberto Buela (*)   En la tranquilidad de en este tiempo que me toca vivir encontré en la biblioteca un viejo libro del autor bi...