Oscar Tangelson * (Especial para sitio IADE-RE)
Un
abordaje de la redistribución del ingreso en los gobiernos populares. Una
lectura de la conducta ecónomica de los "populismos" latinoamericanos
frente al embate de los discursos liberales.
Desde los inicios de este siglo XXI, varios países
latinoamericanos concibieron y aplicaron políticas tendientes a mejorar las
condiciones de vida de los sectores y grupos más vulnerables de sus respectivas
poblaciones. Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela
compartieron un propósito común, disminuir las fuertes carencias de trabajo,
alimentación, educación y salud que han caracterizado a la Región.
Aunque parezca contradictorio con las condicionalidades
que el Banco Mundial impone en sus préstamos,
reconoce en su publicación Desigualdad en América Latina (1) el carácter
profundamente asimétrico de las sociedades de estos países, formula propuestas
para corregirlas e, incluso, ha llegado a financiar programas de asignaciones
directas, como el Jefes y Jefas de Argentina a partir de 2004.
En un plano totalmente enfrentado con esas prácticas, la
ola neoconservadora que esta asolando la región, considera que la lluvia de
inversiones prometida, no puede concretarse por el populismo vigente en los
últimos años y el temor de los inversionistas a que pudiera repetirse en el
futuro próximo.
Tal como lo manifiestan destacados representantes de esos
intereses, fue sólo un sueño insostenible producto de un populismo
irresponsable que modificó, tímidamente, la estructura impositiva y que
desarrolló sistemas de transferencias, asignaciones y subsidios orientados a
mejorar el nivel de vida de las grandes mayorías.
Uno de los términos criticados por esos actores
económicos políticos de este momento del país, es el de distribución del
ingreso.
Cabe destacar que para el economista ingles David
Ricardo, al que acuden reiteradamente para justificar las mayores injusticias
en la necesidad de fortalecer nuestra capacidad competitiva, ponía en el centro
del análisis económico la distribución del ingreso como eje organizador de la
sociedad.
Es importante analizar las formas que adopta ese aparente
populismo en diferentes regiones y países del mundo, cómo se lo concibe y qué
efectos tiene.
¿Cuánto de cierto hay en la imputación de seriedad o
falta de ella en las políticas de los diferentes países?, ¿en qué medida
existen datos tangibles y no solo preconceptos retóricos con intencionalidad
política, para evaluar esos comportamientos gubernamentales?