Por Santiago Gómez, Desde Florianópolis
AGENCIA PACO URONDO
El ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, junto con la
Presidenta depuesta, Dilma Rousseff, participaron de un acto en la ciudad de
Rio Grande, en la provincia de Rio Grande do Sul, en apoyo a la industria naval
que perdió la mitad de la planta de trabajadores. Lula señaló que con este
gobierno las cosas solo pueden empeorar. "Vamos a volver. Este país tiene
gente que sabe gobernar, que sabe hacerlo crecer", afirmó.
El Polo Naval daba trabajo a 20.000 personas en 2013, hoy
emplea a 600. El sector se vio muy perjudicado por la campaña contra Petrobras,
la cual comenzó después del descubrimiento de las reservas de petróleo del
Pre-Sal. La provincia de Rio Grande do Sul se convirtió en el polo de la
industria naval en el país, gracias a la política económica del gobierno de
Lula. Según un informe del Departamento
Intersindical de Estudios Económicos, el sector naval empleaba 70.000 personas
y hoy trabajan la mitad. En ese contexto la intervención de Lula muestra un
contrapunto con los dos modelos de gobierno.
A principio de mes el presidente de Petrobras, Pedro
Parente, defendió la contratación de servicios en el exterior y criticó la
creación de astilleros en el país durante el gobierno del PT. "Un atraso
de tres años para la entrega de una plataformea es un problema enorme para
Petrobras, porque nosotros estamos con todo listo. Los pozos están peforados,
los tubos colocados, listos para producir", afirmó. Durante el acto Lula
recordó que José Eduardo Dutra, que fuera también presidente de la Petrobras
durante su gestión, le fue a decir que salía más barato traer un barco de China
que producirlo en el país.
"Yo le dije que no se trata del precio, se trata de
lo que es mejor para el país. Nosotros no somos de la Petrobras, la Petrobras
es una empresa de Brasil. El petróleo es del pueblo, no de las multinacionales.
Pueden estar seguros que vamos a volver - afirmó y los miles de presentes lo
ovacionaron- Vamos a volver para que el Banco de Brasil abra agencias y no que
las cierre, para que el Banco Nacional de Desarrollo vuelva a ser útil al país.
Sepan que vamos a regular los medios de comunicación", señaló desafiante
provocando el estallido de la multitud.
El ex mandatario hizo referencia a la propuesta de
reforma laboral que acaba de ser aprobada por Diputados y girada al Senado.
"Quieren demolir lo que hizo Getulio Vargas, acabar con los derechos
laborales, quieren volver a las condiciones de trabajo anteriores, las de
principio de siglo, casi esclavitud", expresó. "Si no saben gobernar,
es preciso que sepan que acá hay gente que ya gobernó y que consiguió hacer
crecer este país. Tienen que entender que los pobres no pueden salir del
presupuesto", afirmó y recordó que durante su gestión 40 millones de
personas salieron de la pobreza.
Lula recordó que está en carrera para la presidencia y
pidió "que O Globo se consiga un candidato". Aécio Neves del PSDB,
que disputó contra Dilma Rousseff, tiene una imagen pésima, después que se
descubrió un helicóptero con toneladas de cocaína vinculado a él. La derecha
intenta promover a João Doria, también del PSDB, intendente de São Paulo, un
empresario que ingresó en la política y que paga por instalar mediáticamente la
idea de que no robará porque ya es rico. Lula señaló en una entrevista hace
pocos días, que Doria hace referencia a su peronsa "porque nadie lo conoce
y necesita visibilidad".
El ex presidente se presentó con una remera del Frente
Brasil Popular, un frente creado después de las movilizaciones de junio de 2013
para contener a quienes se movilizan, son de izquierda, pero no se encuadran
dentro del PT y una gorra de la Central Única de Trabajadores, a la cual
contribuyó a fundar. El Partido dos Trabalhadores están inmerso en la en las
cuestiones que hacen a la burocracia partidaria, por votar quién será el
próximo presidente.
"Yo sigo siendo el Lulinha paz y Amor -dijo Lula,
haciendo alusión a la idea de campaña con la que llegó a la presidencia- Lo que
me pasó se lo debo a Dios y a mi edad todos los días hay que agradecerle al
levantarse y acostarse. ¿Ustedes creen que hay alguien a quien le han hecho
tanto como a mí? ¿Pueden creer que levantaron el colchón de mi casa cuando
vinieron a allanar para ver si tenía dinero ahí?", preguntó refiriéndose
al día en que el juez Sérgio Moro ordenó que lo llevaran por la fuerza a
declarar. La esposa de Lula, Marisa Rocco, murió en febrero pasado, tras el desgaste
que le provocó la campaña mediática contra sus hijos y por los que sus nietos
debían pasar.
"Este país está a la deriva, necesita alguien que lo
gobierne. Demostramos que lo sabemos hacer y vamos a volver a hacerlo",
afirmó Lula antes de cerrar el acto.